La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

MAFO

Se esconde jubilado como exento de culpa en su plácida vida vulgar, pero con casi 350.000 euros de trinque indemnizatorio

Entre los próceres del peor Zapatero gobernante, aquellos hijos de su ideología que vincularon el poder a engordar su nómina en exclusiva, y que se encargaron de materializar el esperpento gubernativo sin par de José Luis de la manera que fuera (todo por no reconocer la crisis galopante del momento) estaba Miguel Ángel Fernández Ordoñez, ese aventajado alumno del oportunismo político al que todo el mundo llamaba MAFO.

La salida a Bolsa de Bankia fue uno de esos detallazos con los que nos deleitan a veces los malos e irresponsables gobernantes. Al año de comenzar su cotización en Bolsa, abril de 2011, iniciada con José Luis R. Zapatero de presidente y María Elena Salgado de Ministra de la cosa, contó con la complicidad política, el apaño y la visión sesgada, de mirada corta y muy sectaria del que entonces fuera Gobernador del Banco de España (el vigilante oficial y público del negocio bancario).

Tras un año de aquel inicio en los mercados bursátiles volaron las ilusiones que no eran sino intereses variados tras el toque de campana de RR (esa decepción con piernas que cada días nos deja más helados con su cinismo aquel) en la Bolsa de Madrid. Un año después los españoles tuvimos que poner 23 mil millones para evitar el desastre al que nos llevó aquella indecente operación. Será mejor llamarla maniobra.

MAFO, siguiendo la estela que más interesaba al gobierno del leonés, como un socialista más, comprometido con la causa electoral de su partido, decidió ignorar las razones para impedir el batacazo que sus rigurosos y bien fundamentados inspectores le presentaron con detallados argumentos. No le sirvieron ni a él, ni a sus jefes de la Moncloa, y con ello dieron lugar a lo que la inspección advertía: las pérdidas de Bankia fueron "socializadas".

Hoy MAFO se esconde en su retiro jubilado, ajeno al medrar aquel, como exento de culpa alguna por aquello en su plácida vida vulgar, pero con casi 350.000 euros de trinque indemnizatorio que cobró tras su cese. A razón de 90 días de regalo por cada año trabajado; como cualquier socialista que se precie.

MAFO es una de esas diacronías chirriantes que pulularon por la ideología socialista zapateriana. Al amparo de aquel liberalismo progresista con que José Luis autodefinió el ejercicio de su gobierno, se le arrimaron los "aprovechateguis", amigos del capital para su cuenta, que es la condición que tiene el ejercicio del poder político de alto nivel. Él puso encima de la mesa su carné para llegar, pero no lo soltó mientras estuvo en el cargo. Hoy nosotros pagamos su chulería. Con sereno aporte y muchos euros a escote, no exento de un cabreo supino. Elevado al pino. Y usted que lo lea.

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