Señales de humo

José Ignacio Lapido

Ministros o ministerios

LA La pregunta es ¿un ministro nace o se hace? A la vista de los integrantes del nuevo Gobierno la respuesta es ambigua. Por un lado están esos a los que se les presupone portadores de una cartera ministerial desde el vientre materno. Esos a los que uno se imagina, con carácter retroactivo, en una ecografía leyendo el BOE. Solbes, sin ir más lejos, sin barba y en un despacho oficial inundado de líquido amniótico mientras contesta a las preguntas del ginecólogo con susurros y estadísticas. Qué decir de Rubalcaba: en la unidad de cuidados neonatales ya debió firmar algún decreto ley. Sus primeras tomas de biberón -me apuesto un huevo- se vieron interrumpidas por las llamadas de alguna comandancia de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado. Eso sí, para gran disgusto de su madre. La misma vicepresidenta Fernández de la Vega: es el prototipo de mujer nacida para gobernar.

Por otro lado tenemos a los ministros que ocupan su cargo debido a anomalías en el reparto del poder. Ya sea por amistad con Zapatero o por cuotas territoriales, están en sus puestos sin que se conozca otra justificación. Véase Moratinos, que tras un más que mediocre paso por la cartera de Exteriores ha sido revalidado en su cargo.

De los nuevos apenas puedo decir nada puesto que desconozco casi todo sobre ellos. ¿Es suficiente haber sido directora de la Agencia Andaluza del Flamenco para que te nombren ministra? Rotundamente sí. Aunque sea de Igualdad, que vaya usted a saber cómo reparte competencias con Asuntos Sociales, Interior y Justicia.

Pero lo más vendido en los medios ha sido el nombramiento de Carme Chacón como titular de Defensa. Cabría esperar que se dijera a modo de elogio que esta mujer ha cursado estudios estratégicos o, simplemente, que se ha leído La Guerra de las Galias. Pues nada de eso. Lo único en lo que se incide es que por primera vez una mujer está al mando de las tropas. Tanto cambio radical para acabar gritando en su toma de posesión ¡viva España, viva el rey! no parece justificado

En cuanto a los ministerios en sí, habría que preguntarse qué factores influyen en su génesis y en su desaparición. Medio Ambiente, aclamado en anteriores legislaturas como el no va más de la conciencia ecologista, ha sido abducido por Agricultura, que a su vez, rizando el rizo de la estupidez nominativa, ha sido rebautizado como Medio Rural y Marino, como si los intereses de pescadores y agricultores fueran siempre compatibles con la defensa medioambiental.

Cumplamos con esa regla no escrita de cortesía y dejemos cien días para juzgar más severamente. Aunque no se lo crean, en cien días todo es susceptible de empeorar.

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