¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

Muerte o 'macumba'

El PSOE no necesita un líder de humo, sino un ideólogo capaz de superar la crisis de identidad del socialismo español

Mucho se equivocan en el PSOE cuando creen que la prioridad de su partido debe ser la búsqueda un líder que les regrese a la tierra prometida del poder. Los socialistas españoles y europeos necesitan, ante todo, un ideólogo que despierte el alma dormida del proyecto socialdemócrata. De nada servirá poner una cabeza u otra en la pica de Ferraz si ésta no tiene un manual de instrucciones. El deseo de poder es el motor de la actividad política, pero también puede ser una trampa si no se sabe dosificar. De nada sirve tener un líder de humo, como bien demuestra la experiencia de Pedro Sánchez.

Los ideólogos progresistas tienen un problema fundamental: el presente se les escapa de las manos con la misma rapidez que a San Agustín, algo que no les pasa a los cráneos conservadores, que siempre se mueven por el terreno seguro de lo que está testado por la historia y la costumbre. Tienen razón los que dicen que, hoy por hoy, la derecha española es socialdemócrata, exceptuando algunas aldeas rebeldes de la FAES y el aznarismo, que se abrazan a un liberalismo que, por su condición utópica, es profundamente contrario al alma conservadora. Al fin y al cabo, ser ideólogo progresista es ser el jardinero de un edén que luego disfrutarán otros. Lo que hoy levanta rechazo visceral (soberanía nacional, jornada de ocho horas, sufragio universal, divorcio, matrimonio homosexual…) mañana será de buen tono en los salones de té. He aquí la gran paradoja del progresismo: no es más que el conservadurismo del mañana.

Pero dejemos los jugueteos teóricos y pisemos el amado solar hispano. Esta falta de doctrina de los socialistas, de horizonte más allá de la escaramuza diaria, lleva al PSOE a no poder resolver con seguridad los dilemas que continuamente le ofrece la actualidad. Cierto es que estos dilemas suelen ser crípticos y amenazantes, como el del famoso chiste en el que los multiculturales salvajes (con perdón) le ofrecen al explorador capturado la opción entre "muerte o macumba", sin saber éste muy bien el significado del segundo término, que en cualquier caso viene envuelto de un aura negra y siniestra. Lo vemos cada vez que el PSOE se enfrenta a la cuestión territorial, a la reforma de la Constitución, a la aprobación o no de los Presupuestos de 2017… Difícil, muy difícil, situación. Por cierto, el explorador terminó eligiendo macumba. Y así le fue.

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