A la sombra de los olmos

José / Martínez / olmos

Niza: otra vez el terrorismo

IMPACTADOS por el atentado que hace pocas horas ha ocurrido en Niza y que ha generado cerca de un centenar de muertos y otros tantos heridos, con todo tan reciente hoy solo cabe solidaridad con el dolor de las víctimas y de sus familias.

De nuevo asistimos a un atentado terrorista de enorme impacto en la opinión pública mundial, en una estrategia programada desde hace tiempo para golpear una y otra vez trasladando sensación de desprotección en la sociedad europea.

Este terrorismo yihadista usa procedimientos que hacen difícil el desarrollo de las clásicas estrategias policiales preventivas porque, para detectar los movimientos previos de los terroristas (que en muchas ocasiones son 'lobos solitarios'), no son útiles los procedimientos usados habitualmente frente a bandas terroristas del tipo de las que actuaban en el pasado reciente.

Este fenómeno del terrorismo yihadista requiere de un trabajo conjunto de los servicios de inteligencia y de las fuerzas de seguridad de todos los países de la UE y de Estados Unidos y, desde ese punto de vista, es deseable el perfeccionamiento continuo de los mecanismos de colaboración y de cooperación para adoptar medidas cada vez más eficaces.

Ahora bien, los árboles no deben evitar que veamos el bosque; como sucede con todos los fenómenos complejos, hay que ir a la raíz de los problemas para buscar la solución definitiva de los mismos. Y en este asunto, además de perfeccionar los mecanismos de lucha policial contra el terrorismo yihadista, es evidente que también hay errores en relación a las decisiones adoptadas por Occidente en el pasado reciente (guerra de Irak, papel jugado en Afganistán, guerra Siria, caída del régimen libio de Gadafi, etc.), que deben ser analizados y corregidos para reorientar la política y afianzar un futuro diferente para las nuevas generaciones.

Es muy importante la unidad de las fuerzas políticas, la unidad de los países y la unidad de la ciudadanía frente a estos actos que tanto dolor causan. Por eso, al igual que antes en Nueva York, Londres, Madrid, París o Bruselas y otras ciudades, hoy Niza debe sentir el aliento solidario de todos nosotros. Porque la unidad y la solidaridad nos hace más fuertes y es una condición necesaria para ganar esta guerra contra las libertades de todos nosotros.

Hoy, con mi recuerdo y mi solidaridad con las víctimas y sus familias, alzo mi voz para gritar: "Vive la France".

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