Las elevadas temperaturas que estos últimos días estamos sufriendo son consideradas por los expertos como un récord histórico para esta época del año, si miramos en las estadísticas disponibles.

Cierto es que, aunque es frecuente que en el mes de junio haya determinados días en los que el calor es intenso, parece que estos últimos años se va instalando la sensación de que vamos batiendo récords paulatinamente.

La ola de calor es un problema que amenaza el bienestar de la población más vulnerable y es por eso que, desde hace tiempo, los servicios sanitarios y los servicios sociales suelen aplicar protocolos de seguimiento a ancianos y pacientes con riesgo para anticipar y prevenir los efectos negativos de las temperaturas extremas.

Este tipo de programas son imprescindibles para el bienestar de la población mayor y de los pacientes crónicos y por ese motivo, debemos alegrarnos de que las administraciones públicas los pongan en marcha cada vez que enfrentamos situaciones como esta.

Pero la ola de calor que estamos sufriendo tiene la virtud de generar en la opinión pública la preocupación por el cambio climático y esto es algo que no debe pasarnos desaparecido. Todos los expertos señalan desde hace ya algunos años, que el cambio climático es una de las amenazas más claras para el futuro de nuestro planeta y para el bienestar de las generaciones futuras.

La lucha frente al cambio climático es difícil y compleja porque requiere una modificación profunda en los procesos productivos y de algunos elementos de nuestro modo de vida. También, porque esas modificaciones afectan intereses económicos de grupos de poder como bien hemos podido comprobar cuando el actual presidente de EEUU, Donald Trump, decidió hace pocas semanas romper el acuerdo mundial para luchar frente al cambio climático.

Por eso, aunque sea con motivo de la ola de calor, el hecho de que la sociedad se haga más consciente de la amenaza climática abre alguna luz de esperanza de que en el futuro inmediato, forcemos entre todos los cambios necesarios para ganar este desafío y hacer frente al cambio climático. Mientras, busquemos sombra, usemos abanico y pongamos el aire acondicionado. Todo ello en dosis adecuadas.