TÉCNICAMENTE, el que fuera alcalde de Loja, Miguel Castellano, no perdió las elecciones. Pero él mismo renunció. No consiguió la mayoría absoluta y, de hecho, los socialistas se han quedado en la oposición en uno de sus feudos históricos. Se dijo entonces que la retirada de Castellano abría la puerta a un pacto con Convocatoria por Loja que finalmente no llegó. Ayer, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía lo nombró director general de Museos de la Consejería de Cultura. En el misma reunión, se designó a José Antonio Aparicio como delegado de Hacienda y Administración Pública. Si el pasado reciente de Castellano ha sido tortuoso, el de Aparicio fue directamente tormentoso. Se rumoreó en su momento la posibilidad de que intentase disputarle la candidatura a la Alcaldía de Granada a Paco Cuenca -algo que el partido cortó en seco al frenar las primarias- y fue designado para enderezar al PSOE de Motril, donde el proyecto socialista se ha topado con una mayoría absoluta del PP. Y, ahora, delegado.

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