Los vecinos de este edificio han encontrado una solución económica ante los problemas de insonorización de los muros de su vivienda y que les impiden descansar. Con un cartel que amablemente piden que dejen a la gente a descansar se han evitado una carísima reforma. Pero podrían haber aprovechado la ocasión para, ya de paso, tapar algún que otro agujero y obstaculizar que pasen ruidos.
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