la chauna

José Torrente / Www.lachaunadecullar. Blogspot.com

Protestas islámicas

YO no sé si a ustedes les pasa. A mí sí. Me escandaliza mucho ver las imágenes provenientes de los países musulmanes, en las que los más pobres se manifiestan contra USA (y todo lo que huela a Occidente), por unas simples viñetas publicadas en una revista. En las mismas se caricaturiza a un profeta de cuyo nombre no quiero acordarme, no vayamos a que alguien lea este rinconcete hoy, y mande recado al muyaidin de turno para que la sharia me ponga en venta, o una fatwa incordie mi vida a partir de ahora. Comprendan que unas mínimas medidas de seguridad son imprescindibles.

Fuera de ironías, me llama la atención la plena disposición numérica de los agraviados musulmanes para salir a disparar al aire reprochando la ofensa, pero nunca protestan contra quienes desde su propia línea ideológica y religiosa se compran yates de mucha eslora, o palacetes con muchos cuartos de baño, donde además del baño humano está el baño en oro de los grifos del lavabo, que así de horteras son los millones de dólares que funden. Ni en Afganistán, ni en Pakistán, ni en Yemen, ni nadie del Magreb, por citar países más cercanos, sale a la calle en disconformidad por ese estipendio inmoral del hermano musulmán qatarí, kuwaití o saudí. Solo la viñeta merece el oprobio. Incomprensible.

Aunque Alá es grande, debería ser también solidario y mirar a todos los hijos del Islam con el mismo guiño de buena voluntad. A pesar del hambre que algunos deben de estar pasando (sólo hay que verles las caras que fotografían las imágenes), sus quejas no son por el puesto de trabajo pendiente, o por disponer de una vid que les de los frutos del año. Se manifiestan contra la edición de un dibujito que se ha publicado en un semanario europeo. Y las fotos del hambre ¿no les dan vergüenza? Los niños sin escuela, ¿no les dan pena? Enfermos amontonados en hospitales insalubres ¿no les incomoda?

Podría parecer demasiado básico, pues la cultura y la forma de vida occidentales, incluso la propia democracia, es hostil e inhóspita en el Islam. Pero no puedo evitar que me llame la atención el fanático griterío por lo banal, contrastado con el silencio que muestran con lo importante y necesario para mejorar su vida diaria. No tienen para extender una buena educación, ni para garantizar una buena alimentación a los hijos del Islam; pero nunca les falta para disponer de armamento de última generación, y la munición que lo hace servir. Y disparan al aire, para amedrentar más y exhibir mejor su ansia de violencia y sangre. Sus tiros al aire son la lluvia al revés, pero más cara.

Como dice el profesor Emilio de Santiago, más que islamismo ultra, "existe islamismo torpe, intransigente y sangriento. Es una religión/pensamiento político absolutamente fosilizada y desconocedora de la autocrítica y la libertad democráticas". Amén.

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