Crónica personal

Pilar Cernuda

Reflexiones

HAY mucho que reflexionar en el día de reflexión. Lo primero, dar una pensada a la mediocridad de la mayoría de nuestros políticos, que en esta campaña no han dado la talla ni de lejos. Decían y dicen que su pelea es contra la abstención, pero si creen que sus mensajes han sido un acicate para acudir a las urnas se equivocan: han transmitido la sensación de que les importa un cuerno Europa y el Parlamento Europeo, y que lo único que les interesa es descalificar al adversario.

No nos merecemos este espectáculo, no nos merecemos esa campaña en la que ni siquiera ha habido crispación, sino golpes bajos, salidas de tono, frases irresponsables ... Y nada de la Europa del futuro, la Europa que debemos construir. Si pensaban los políticos que iban a llenar las urnas con votos entusiastas se equivocan; tendrán los votos de incondicionales y de los que nunca fallan porque consideran que votar es un ejercicio de responsabilidad, pero han segado el campo de motivos para que se incremente el número de euroescépticos.

No merecemos que un ministro de Fomento y altísimo cargo del partido que gobierna saque a colación la seguridad de un ex presidente. No nos merecemos que el responsable de economía del principal partido de la oposición no muestre una mínima satisfacción ante el dato de paro de mayo, dato muy cuestionable,que tiene muchas vueltas, sin duda, pero que es el primer dato que podría indicar que al menos ese mes unas veinte mil familias han tenido motivos para sentirse aliviados de su tragedia. No nos merecemos a una Leire Pajín que hace el ridículo con su entusiasmo desaforado, ni nos merecemos que un consejero madrileño acuse a los socialistas de ver una España idílica porque fuman marihuana. No nos merecemos que un miembro de la dirección socialista, Pedro Zerolo, vuelva a herir las creencias de los católicos inventándose un bautizo civil, cuando la palabra "bautismo" se refiere a un sacramento, no a la incorporación de un nuevo ser al mundo de los vivos. Y desde luego bonito no ha sido el papel jugado por Cayetana Guillén como miembro del "clan de la ceja", tan celosa de su intimidad y que no ha dudado en dejar que se fotografíe a su hijo, un menor, para apoyar así una disparatada iniciativa del PSOE.

No nos merecemos determinados personajes, determinadas declaraciones, determinados vídeos y determinadas iniciativas. Unas elecciones son cosa seria, y los dirigentes políticos faltan al respeto de los ciudadanos al tomárselas como una contienda entre partidos, que pretenden ganar a toda costa sin importar las bajezas, las mentiras y las acusaciones irresponsables. Hay que votar porque es importante que en el Parlamento Europeo estén los mejores.

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