POR segundo mes consecutivo los datos del INEM dan un respiro a la economía granadina y registran un ligero descenso en el desempleo. Durante el pasado mes de mayo (el mejor de los últimos seis años) han sido 1.427 personas las que han logrado salir del infierno del desempleo. Las últimas Encuestas de Población Activa también han apuntado en la misma dirección. Este alivio, sin embargo, no se puede confundir con una recuperación fundada de la economía, que sigue en números rojos y sin esperanzas de recuperación a corto ni medio plazo. Los 90.000 trabajadores en paro son una pesada lacra que tira de cualquier indicio de optimismo. El empleo coyuntural en la construcción y los servicios es el responsable de esta leve alegría que hay que interpretar con mucha contención. Para contrarrestar los posibles excesos, el informe de la Caja Rural pinta para la provincia una situación de gravedad extrema que sólo se podrá superar con un cambio del modelo productivo.

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