DOS de cal y media de arena. Así se salda la jornada de los principales equipos granadinos. No sé si hay que restregarse los ojos, pero ver al Granada 74 en la sexta posición de Segunda División, alias BBVA, es para empezar a tener en cuenta al equipo adquirido por Carlos Marsá. Realmente es muy complicado que los 'rojillos' den el salto a Primera División, pero no me negarán ustedes que tendría mucha gracia que sucediera. Personalmente, me encantaría que ocurriese, aunque sólo sea por ver algunas caras y escuchar algunas explicaciones. De momento, el equipo que entrena Antonio Tapia se ha ganado el derecho a comer los turrones con tranquilidad, porque, ahora en serio, no hay que olvidar que lo que intenta este club es asentarse en la competición de Plata.

Sin salir del fútbol, el Granada CF perdió una ocasión de sumar tres puntos. Empezó bien, pero se puso en plan 'amarrategui' y casi lo paga con una derrota en el campo del Portuense. Pero los males del histórico están, sobre todo, en los despachos y en los juzgados. Nadie le daba credibilidad a la guerra jurídica iniciada por el pésimo presidente que fue Pedro Ruiz, que fue malo, muy malo, pero no es tonto. De momento, todo apunta a que con el nuevo año prácticamente se va a meter en los números y las cuentas del Granada CF, de lo que no puede salir nada positivo para el club, que ahora podría tener que pedir permiso para gastar. Y lo tendría oscuro para ingresar. No sé, pero quizá habría que pedir responsabilidades a alguien porque aquí muchos hacen y pocos, por no decir ninguno, responde de sus actos. Los próximos días, quizá semanas, prometen.

Por último, el CB Granada volvió a sumar un triunfo después de más de un mes sin nada que llevarse a la boca. Y otra vez estamos con la retahíla de los últimos años: se puede pensar en la Copa. Tampoco está nada fácil, vista la competencia que hay en la zona en la que navega el equipo de Valdeolmillos, pero soñar no cuesta dinero... y crea expectación. El deporte es así.