Cuando hace treinta años Ángela decidió abrir una tienda de moda "alternativa" su intención era introducir un tipo de complementos que entonces resultaban muy difíciles de encontrar en Granada. Ella era una universitaria con gran intuición para las tendencias, algo que ha conservado.

En la calle Escuelas, muy cerca de la Facultad de Derecho, está Solo, una de esas pequeñas tiendas en las que se puede encontrar casi de todo.

En esa búsqueda de la originalidad, Ángela da cabida en su comercio a diseños de jóvenes creadores que se acercan hasta allí para ofrecer sus productos, entre ellos muchos de los broches que se pueden ver en su escaparate y que son uno de los reclamos por los que el público se acerca hasta allí.

Ángela reconoce que entre su clientela destacan las universitarias y muchas jóvenes extranjeras, pero no obstante señala que después de tres décadas atendiendo al público granadino también hay muchos clientes fijos, e incluso de varias generaciones. "Al principio acudían sus madres y ahora vienen con sus hijas. Todas coinciden en que la originalidad sigue siendo nuestra seña de identidad".

Para ella lo más importante es que en su tienda tenga cabida cualquier persona y reconoce que si alguien le pide algún artículo que no tiene intenta encontrarlo por todos los medios. Y, además, su sonrisa acompañada de un gesto siempre amable terminan de conquistar a los que se adentran en su local atraídos por los colores y las formas innovadoras.