Al final la fiesta que se pegaron unos pocos la seguimos pagando la mayoría. Más de dos tercios de toda la deuda acumulada por nuestro país en la última década proviene de los gobiernos del PP en todas las administraciones. En esa cuenta que estamos saldando a escote los mismos de siempre se incluyen los proyectos faraónicos, los rescates a la banca y a las grandes empresas, las comisiones, y, cómo no, la corrupción, la maldita corrupción que lo pudre todo y que está detrás de este modelo económico de la especulación y la deuda eterna.

En el ámbito local no nos escapamos de este círculo vicioso, muy al contrario el gobierno de Mariano Rajoy hace recaer en las administraciones municipales y regionales la mayor parte de la reducción de deuda pública. Y en el caso particular de Granada además tenemos que hacernos cargo del despilfarro y la corrupción de los gobiernos de Torres Hurtado y Sebastián Pérez. A ellos quizás no les llegaba en mano el dinero de la Caja B de Bárcenas, pero el modus operandi del Caso Nazarí, de las contrataciones de Emucesa o de las facturas de TG7 es idéntico al que el resto del PP y sus amigotes han utilizado para saquear España.

Y por todo este desaguisado, el pasado martes el pleno municipal confirmó la subida del 4% en el Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) que pagamos quienes tenemos alguna propiedad en Granada, aunque sea nuestra primera y única vivienda. Lo más indignante es que la portavoz de 'Vamos, Granada', Marta Gutiérrez, cumpliendo con su labor de oposición constructiva había hallado la manera de evitar esta subida sin poner en cuestión el necesario saneamiento de las arcas municipales. La fórmula propuesta era sencilla, que paguen más quienes más tienen y que no suba para el resto, es decir, que las empresas o particulares que poseen grandes aparcamientos o locales comerciales y de oficinas con los valores catastrales más altos asumieran la subida del IBI evitando agobiar aún más al pequeño comercio y a quienes vivimos en esta ciudad.

Pero el PSOE cuando gobierna en materia económica suele hacer lo contrario a lo que propone cuando está en la oposición. Así Francisco Cuenca hizo una propuesta para subir el IBI un 3% a todo el mundo y sólo la apoyaron ellos y sus muletillas tránsfugas. Siempre dicen que no se puede hacer de la manera que propone 'Vamos, Granada' pero el gobierno de Por Atarfe Sí en un ayuntamiento mucho más endeudado ha evitado que la ciudadanía de este municipio pague en el IBI la corrupción y el despilfarro del PSOE.

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