Cambia, todo cambia

Tadeo Jones en Granada

Sería importante que el tejido empresarial y las administraciones se tomaran en serio la capacidad del sector cultural granadino

A pesar de la belleza y los valores históricos de nuestro territorio, no es habitual que Granada sea escenario de películas. Pero, en el caso de la nueva entrega de Tadeo Jones, ha merecido la pena esperar, pues la animación actual aprovecha con mucha inteligencia toda la potencia que ofrecen las nuevas tecnologías, dejando boquiabiertas a personas de todas las edades.

Que nadie se pierda la oportunidad de ver este último estreno, pues disfrutará con una nueva perspectiva de varios puntos de Granada y de nuestra provincia. Por ejemplo, la cinta incluye una trepidante persecución por un Albaicín donde básicamente hay turistas, si bien las obligaciones de la comedia hacen aparecer también una ropa tendida que sería más propia del sur de Italia que de un barrio donde ya queda muy poca población originaria que tienda en la calle.

Aunque en general la película representa bien a nuestra ciudad, no puedo dejar de señalar algo que como granadino no me ha hecho mucha gracia. El acento andaluz del taxista es más de alguien de Triana o de La Viña que del Sacromonte. Entiendo que los tópicos incluyan la gracia andaluza como parte del guión, pero quizás es que soy mu malafollá y no veo la necesidad de que estando en Granada tengamos que oír otra vez el acento de Andalucía occidental, como si fuera el de todo el territorio.

No sé los nombres de los granadinos y granadinas que han participado en este proyecto, pero sí sé que el sector cultural de nuestra ciudad es muy potente, y que todos los años se gradúan en la UGR y en otras instituciones de formación superior granadinas personas que podrían poner a nuestra ciudad en la vanguardia de una industria tan pujante como la animación. Aprovechando el tirón que Tadeo Jones pueda dar a Granada sería importante que nuestras administraciones y nuestro tejido empresarial se tomaran en serio la capacidad del sector cultural granadino más allá de los intentos fallidos que ya hemos tenido.

Un ejemplo claro de este potencial en un ámbito muy cercano es el teatro, destacando en particular los títeres como un valor importante de la cultura granadina. Aunque el dinamismo del cine y los videojuegos enganchan mucho al público infantil, por experiencia sé que los títeres les llegan a gustar tanto o más que lo que ven por las pantallas.

El próximo 23 de septiembre comienza el Festival de Teatro de Títeres de Granada, sean jóvenes o mayores, no se lo pierdan. Apoyemos la cultura y así haremos que las instituciones se comprometan cada vez más con este sector estratégico para nuestra ciudad.

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