El as en la manga

Ángel Esteban

Tiem-posmo-derno

CATALUÑA está de fiesta. Se han librado de los falsos catalanistas, lobos españoles con piel de cordero catalán, cordobeses haciendo esfuerzos por lateralizar más y más las eles, y han dejado paso casi libre al independentismo de centro-derecha. Y horas más tarde, el Barça arrasa al Madrid con una manopla, más que una manita, que podrían haber sido dos, la de la izquierda y la de la derecha. Por si fuera poca humillación nacional (española), el partido del impresentable Laporta aporta cuatro escaños al parlamento, dos días después de que se corriera la voz, a bombo y platillo, de que el alcalde de Barcelona va a felicitar la Navidad a tot el món (o tothom) que vaya a la ciutat condal en seis idiomas, entre los que no está el español pero sí el árabe (como se sabe, los árabes musulmanes, o sea, la mayoría, celebran la Navidad tanto como el obispo de Roma), mientras que los pobres cristianos que no conocen ninguno de esos seis idiomas, que quizá haya alguno, no van a saber a qué atenerse cuando oigan aquello de "el vint-i-cinc de desembre fun fun fun, ha nascut un minyoret ros i blanquet", etcétera.

Menos mal que nos queda Portugal, como decían hace unas décadas los de Siniestro total, porque eso es lo que parece todo esto, un siniestro total. Portugal en forma de otro partido no independentista que se ha forrado con la debacle del www.PSOE.cat, que es el mismo cuyo recurso contra la ley de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña ha sido aprobado también estos días por el Tribunal Constitucional. Franco era del Madrid, y la Familia Real del Atleti, pero Zapatero es del Barça. Debería pedir consejo a Guardiola para saber cómo un partido gana un partido. Aunque lo que parece es lo contrario: quizá haya pedido consejo a Mou, y en la ciutat condal le han endiñado cinco a cero. ¿Podremos con Portugal recuperar nuestra identidad nacional perdida? ¿Querrá Mas guerra? ¿Querrá más guerra? ¿O será otro Jordi Pujol, que nunca plantó cara en serio a la estructura nacional, siempre que Aznar le hablara catalán en la intimidad y le diera prebendas (id est, pelas)? ¿Podrá el PP de Camacho, hablando en español, aplacar a las hordas con sus dieciocho escaños? Se aleja de Alejo y bate records, pero son migajas. Montilla hace muntis, se quita la ropa sequita, y se larga por el Mediterráneo, a recoger las olivas de sus abuelos. A ver quién torea ese toro ahora. No en www.cat.cat, al menos mientras las corridas estén prohibidas. Tendrá que ser en Madrid donde, cristiano y portugués, el único ser con un poco de fuerza, espera al Barça para vengarse.

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