Juan Prieto / Deportes@granadahoy.com

Tiempo para disfrutar y sufrir

Se acerca la hora de la verdad, el momento culminante de la temporada para el CB Granada y el Granada CF

TODAS las temporadas pasa lo mismo. Hay una fase determinante que es la definitiva. Se nota algo especial, diferente al paso rutinario de las jornadas anteriores. Ahora las mariposas ya revolotean en el estómago. Aflora el optimismo y entra el miedo en el cuerpo al mismo tiempo. Hay tensión. Se aproxima la hora de la verdad. Y lo cierto es que tienes ganas de que llegue ese momento para disfrutarlo y, a la vez, que pase rápido para saber a qué atenerse. En el fútbol y en el baloncesto estamos justo en esa fase. En dos semanas, el CB Granada va a salir del atolladero en el que se ha metido o, por el contrario, va a quedar condenado para sufrir al límite. El partido de mañana ante el Cajasol es clave. El siguiente ante el Estudiantes, aún más. De hecho, en el club estudiantil rezan para que los de Valdeolmillos pierdan en Sevilla. Sus cuentas para la salvación pasan por esa derrota, unida a un triunfo propio en casa ante el Alta Gestión, para así jugársela cara a cara con los rojiverdes en el Palacio el sábado 26 de abril. Después, al CB Granada le quedarán DKV en Badalona y Tau en casa. Al Estudiantes le restarán Menorca en Madrid y Begar en León. Otros equipos implicados en la lucha por no descender también tienen calendarios complicados y enfrentamientos directos. Pero el Estudiantes tiene a la escuadra rojiverde entre ceja y ceja porque, además, sabe que es el equipo más flojo de la segunda vuelta y conoce las enormes carencias en el juego interior, factor fundamental del descalabro.

El Granada CF está en una situación parecida. Todos lo duelos que le quedan son finales, sin margen de error. El domingo, ante el Marbella, es la primera. Si gana, se mantendrá el hilo de esperanza, a la espera de los resultados de los rivales. Si pierde, adiós. Las consecuencias de una posible derrota son imprevisibles, no ya en el aspecto deportivo, sino para el futuro de la entidad. Pero no seamos ahora tremendistas, que tiempo habrá para análisis posteriores. Ahora, a disfrutar y sufrir, que es lo que conlleva el deporte de competición.

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