Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

Transfusión hospitalaria

Casi treinta años de profesión periodística me han enseñado a desconfiar de las versiones oficiales

Tras consultar a pacientes, autoridades sanitarias, el Sindicato Médico y el Defensor del Ciudadano, Alba Rodríguez publicó el domingo en Granada Hoy un informe demoledor que evidencia que la Junta incumple los estándares: las demoras en urgencias, las citas con los especialistas y el tiempo de espera de las operaciones son alarmantes. En Andalucía estamos mal y en Granada mucho peor. Tras la fusión llegó la confusión que dejó paso a la desfusión y que nos ha conducido hasta la transfusión actual. Más preocupadas por la imagen del Servicio Andaluz de Salud que por la atención a los enfermos, las autoridades han travestido los datos para hacer creer a la población que los hospitales cuentan con las plantillas y las estructuras adecuadas y que la dimisión reciente de dos jefes de Urgencias estaba pactada desde hace tiempo.

Casi treinta años de profesión periodística me han enseñado a desconfiar de las versiones oficiales. En este caso cuento, además, con la experiencia propia. He sufrido errores repetidos a la hora de identificar el crecimiento de un índice tumoral inexistente y he visto transcurrir una eternidad para someterme a una operación de hernia inguinal que practicaron con enorme profesionalidad y éxito los médicos y enfermeros de la Unidad de Alta Resolución del Clínico. Pero antes me propusieron acudir a una clínica privada. Y lo último, la dimisión de los encargados de Urgencias que los responsables políticos y sanitarios granadinos han tratado de vender como "pactada" ante la opinión pública. Al menos en un caso, el de José Manuel Mora, del PTS, se le garantizó el suficiente dinero para acometer las obras y completar la plantilla y no se puso fecha fija a su marcha. Se va sin completar la labor porque no han cumplido con las promesas que se le hicieron, y así lo ha comunicado en su entorno. La certeza es absoluta: lo he visto con mis ojos y escuchado con mis oídos. Luego el delegado y los gerentes cuentan la verdad a medias. O, lo que es lo mismo, dicen media mentira. ¿Va la mentira (o la confusión) en el sueldo? Como no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, y como el dolor y el miedo a la muerte son inconsolables, las movilizaciones a gran escala seguirán y el que sobreviva podrá contemplarlo. Faltan medios y personas. Pese a la propaganda institucional y la labia de Higinio Almagro, la desfusión no se ha completado con éxito. Al tiempo… que es corto.

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