La lluvia de Domingo de Ramos y Viernes Santo no ha sido la única parte negativa de una Semana Santa granadina que ha vuelto a brillar con luz propia y ha arrastrado a miles de fieles y turistas a las calles. También hay que lamentar varios actos vandálicos como el que sufrió el Cristo de las Tres Caídas en la calle Varela, el lanzamiento de botellas al Cristo de los Salesianos o la pelea en un bar que se saldó con tres detenidos. Incidentes que deslucen una semana grande para la ciudad.
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