Toda forma de librarse de una repentina e inesperada insolación es buena. Un periódico, un elegante abanico o un cartón ayudan a resistir la fuerza con la que el astro rey está golpeando durante estas fiestas. Los más expertos, o previsores, vienen preparados desde casa y salen con el sombrero puesto. Los más valientes, resisten el calor sin problemas e incluso con gusto. Pero sin lugar a dudas, la palma es para el elaborado, y nada improvisado, sombrero de papel. La señora luce con desparpajo un modelo que triunfará en todas las pasarelas.
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