No paramos de batir récords a cual más inútil. Ya somos la mejor ciudad para besarse. Así como suena. No es Granada la ciudad con menos ruido, ni el aire más limpio, o las más limpias calles, ni la más segura, no… Eso queda para otras urbes donde todo lo miden en plan hortera por kilos (basura recogida), kilómetros (de carril bici, v. g.) o metros cúbicos (de jardines). Quita. Aquí lo que mola es que te puedes pegar un buen morreo y coger cacho si tienes ojo para buscar la penumbra y buenas vistas donde rendirla/o a este embrujo lolailo para que saque el/la turista su alma gitana lejos de los rigores del IRPF y demás tonterías.

Ya que no sirve la ciudad para más, pues que sirva para besarse, que para eso es tan bonita, tanto como aquellas duquesas de las pelis de Visconti, todas dignidad y nobleza, majestad en los ademanes, delicado cutis y caer de ojos que, educadas para vivir en otro mundo, ya no se ubicaban en el propio, mujeres (o ciudades) crecidas para esa contemplación tan aristocrática de los atardeceres a las que conceptos como laboriosidad, eficiencia o gestión del tiempo les suenan a ordinariez proletaria o usura de mercaderes.

Esta ciudad tronada -primera en besos, última en trenes, sonrojada por este Metro más lento que un tranvía, que sabe de cielos y azules pero no de cuentas para salir de la ruina- se observa fácil en los linajudos palacios que sacan lustre a sus blasones, pero alcanza en su lánguido sueño a la casi única empresa que nos queda, esa Universidad jurásica ahíta de canonjías funcionariales, sobrada de becarios de la gleba, mundo feudal al margen que da (tan mal) de comer como esa otra casi empresa que cierra el círculo productivo, la Alhambra S.A., que ya se sabe, que es mu bonica, que dará para besarse al mirarla pero de comer… a quienes todos saben.

Como no solo de pan vive el hombre (ah, y la mujer, cachis), pues nos queda el consuelo de que aquí, cuando falta trabajo y nos pesa la hipoteca pues nada de protestas ni de gritos, ni de trabajarse el tema y buscar valores propios y fortalezas y flaquezas, no, que mucho peace and love brother, que tenemos el gratis de pasear y poder besarse, porque es primavera y, mientras que no te tomes algo en una terraza, pues que arsa la grasia, y que toma, y que dale.

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