La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

El enfiteuta Paco

Recalificación urbanística, innovación, explotación de espacios urbanos, construcción de viviendas y locales...

Coger la vara de mando de la alcaldía de Granada, además de para aumentar sus selfis, ha servido a Paco Cuenca para convertirse en un aliado de la enfiteusis, un modelo de contrato que surgió en la Antigua Grecia. Juristas romanos como Ulpiano, en la época del emperador Justiniano, lo definieron como un derecho real, enajenable y transmisible que atribuía un poder prácticamente análogo al de propiedad pero sobre una cosa ajena, mediante el pago de un canon por años.

Paco Cuenca ha presentado un plan de acomodo político para financiar el soterramiento del AVE, una veloz e improvisada manera de poner sobre el papel un elemento más de confrontación con el que hacer notar su presunta lucha ferroviaria. Esta especie de enfiteusis es un selfi más de Paco, con el que pide protagonismo para su escaso peso político en el tren de alta velocidad que no llega, pero que, muy a su pesar, pronto llegará.

El enfiteuta alcalde pretende disponer de los terrenos cuya propiedad no pertenece a la entidad que preside, y aplicando un remedo de la enfiteusis romana, derivar sobre su confrontación política el usufructo de su explotación presunta.

Tiene mérito Paco Cuenca, ahora que salimos de la crisis que según su partido, y él mismo, provocara la burbuja inmobiliaria, nos quiere devolver al origen que causó aquella hecatombe económica.

Recalificación urbanística, innovación, plusvalías, incremento de los aprovechamientos, explotación de espacios urbanos, construcción de viviendas y locales comerciales, son los conceptos sobre los que gira el teórico y burbujeante beneficio con el que se cosería el coste de ese soterramiento, el cual valora en más de trescientos millones de euros. Una clara especulación del suelo. Ni imaginar quiero de lo que Paco Cuenca y el progresismo que le aplaude, estarían hablando hoy si ese plan hubiera sido una propuesta de Pepe Torres.

La UGR ya le ha dicho que se olvide de enfiteusis alguna en sus terrenos del campo de rugby y los comedores universitarios. El Ministerio también ha sacado a subasta esos terrenos que Paco propone enfiteusar, y la Mesa del tren pide que se lo expliquen mejor. Hasta incluso hay quien le ha exigido a Paco Cuenca que las obras del AVE se paren ya, a pesar del retraso que traen. Granada es así.

No sé si pensar que Paco Cuenca tiene miedo a que llegue ya el AVE, cierto vértigo porque los granadinos podamos tener pronto la alta velocidad en la estación de los Pajaritos y que, felices, nos olvidemos de él; que no le quede confrontación posible a la que apelar para hacerse un nuevo selfi. No sé si ensartar esos sus miedos en el espadón que esgrime ahora con ese plan, el enfiteuta Paco.

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