La familia González lleva un siglo calzando a Granada

Desde principios de siglo, la familia González se ha ocupado de calzar a los granadinos. Granada ha cambiado mucho desde entonces. Un jovencísimo Miguel González Hinojosa empezó el negocio en 1912 con la zapatería La Cordobesa situada cerca de la céntrica plaza del Carmen y después la trasladó a Gran Vía, a su ubicación actual. Y creó Calzados Angolier. Su hijo Miguel González Martín siguió ampliando el negocio familiar con la marca Mingo que se extendió con varios negocios en la ciudad.

El nieto, Miguel González Hinojosa, es el actual propietario de Mingo en San Antón y Angolier en Camino de Ronda. Blanca Talavera es su esposa y trabaja con él en el negocio familiar. El negocio ha cambiado mucho, se dedican al cliente trabajador, al joven estudiante y a todo el que quiera comprar un zapato con una escelente relación calidad-precio.

La crisis se nota y por eso ellos visitan las ferias en Madrid y a los fabricantes en Elche para buscar los mejores productos para sus clientes al mejor precio. Tienen una clientela 'reticente', quien compra una vez, suele ir más veces. Incluso los estudiantes Erasmus se aficionan a las novedades que traen a sus tiendas y se pasan buscando algo que no hayan visto, para comprarlo.

Además de dependientes, los trabajadores de las dos zapaterías de la familia González Talavera, hacen de psicólogos: muchos clientes vienen a charlar con ellos mientras hacen la compra, "la gente necesita que les escuchen", señala Blanca.

Cosas graciosas también les pasa. Con el cambio de la numeración en la talla se tiende a tener un número más, pero " la gente no se deja aconsejary se empeña en llevarse el mismo número de siempre, aunque le esté pequeño", bromea Blanca. Hay quien se adapta a todo menos a cambiar de talla.

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