PESE a que los resultados han sido buenos en las últimas jornas, lo que ha propiciado que el equipo esté más cerca del ascenso que del descenso, el Granada 74 sigue sin levantar pasiones en Motril. La media de espectadores que acuden a presenciar los partidos no supera los 2.500, una cifra que ni los más pesimistas auguraban tras conocerse la sede definitiva de los rojillos tras el culebrón veraniego. Hay muchos que opinan que el número, como mínimo, se hubiera triplicado si el escenario fuera Los Cármenes, pero es un dato imposible de contrastar y, por tanto, inservible.

El único partido que realmente ha levantado expectación en Motril, y también en Granada, ha sido el del próximo miércoles en la Copa ante el Atlético, que provocará un espectacular lleno. Pero eso no parece suficiente para un equipo de Segunda A, por lo que desde el club ya buscan soluciones.

No sé cuál será el motivo por el que la presencia del '74' en Motril no cuaja. Puede que sea la falta de arraigo del club en la localidad, la precipitación con la que llegó, que las propias dimensiones del campo no faciliten el espectáculo o que, simplemente, la gente prefiera a su Motril de toda la vida antes que una categoría comprada a golpe de talonario. De todo habrá, pero lo que está claro es que los aficionados al fútbol en la localidad costera están perdiendo la oportunidad de disfrutar de fútbol profesional y si, como parece, Marsá busca otro destino para la próxima temporada no tendrán motivos para enfadarse, pues sólo una parte ha respondido.

Marsá está convencido desde hace mucho tiempo de que si no puede jugar en la capital, hecho que aún no descarta, la mejor ubicación sería el área metropolitana. Y el alcalde más 'valiente' en esa zona es el que ha transformado Atarfe, Víctor Sánchez, artífice de construcciones como la plaza de toros, el Centro Cultural Medina Elvira, el espectacular complejo de golf o el corredor verde Los Olivares de Elvira. El contacto ya se ha producido, según el propio Sánchez. Ahora sólo falta que se pongan de acuerdo.