Golpe de castigo

juan José / medina

Una paciencia que baja el soufflé

LAS cosas de palacio van despacio y eso es algo que la afición del Granada Club de Fútbol ha llevado muy mal toda la vida. Mucho más ahora, con el equipo en Primera, con los rivales anunciando fichajes prácticamente cada día, y eso que el mercado de verano aún no ha cogido velocidad de crucero. Hay que entender que los nuevos dueños llevan apenas dos semanas con las riendas del club tomadas, y que si bien las cosas parece que se están haciendo sin pausa pero tampoco sin prisa, muchos echan de menos una píldora que renueve la ilusión generada cuando llegó Jiang Lizhang a la ciudad. Ahora, a la hinchada le dura todavía el congojo de la despedida de Quique Pina hoy hace justo una semana. Su sombra va a ser alargada durante mucho tiempo, y más si los resultados del equipo empiezan a no acompañar. No les digo nada si el murciano acaba en el Cádiz y a los amarillos les va de lujo la próxima temporada en Segunda División, ahora LaLiga2.

Tampoco ayuda a que la gente mantenga la llama encendida si a la marcha de Pina se unen la de jugadores como Peñaranda, que cada vez parece menos claro que se quede el año de cesión que tiene de contrato, o la última de Success. Si se suma el discutido (aunque nunca para mí) El Arabi, perder de golpe y porrazo a los futbolistas más ilusionantes que han pasado por el Granada CF en los últimos años y que encima fueron clave en la salvación del año pasado, la impaciencia en el que tiene que comprarse el abono para el año que viene, a día de hoy, está justificada.

Ni siquiera el 'efecto Jémez' tras su presentación ha durado. Apenas unas horas. Sus coqueteos con la selección española en medios de todo el país están empezando a mosquear a la rojiblancada, temiendo que como a Villar se le cruce el cable acabe, de golpe el Granada tenga que empezar de cero. Convendría que Paco saliera y también dijera que su posible salida no sería tan fácil como que le llame el presidente de la RFEF. Ni siquiera la afición está feliz por el primer candidato a suplir a Del Bosque. En Granada entendemos que la opción Caparrós es una involución de veinte años en la selección, una vuelta al clementismo. O te ponen a un seleccionador que da miedo o te quitan al entrenador con el que llevas años soñando.

Y es que desde el paseo de Jiang Lizhang por la ciudad y por el club, el soufflé se ha bajado de forma demasiado abrupta. Para el público está bien saber quién llevará algunas parcelas del club, quién será el entrenador y demás, pero lo que realmente quieren es saber si las camisetas de este año serán chulas, si se podrán sacar los abonos del año que viene, y quiénes van a ser los sustitutos de los Peñaranda, Success y compañía. Muy probablemente haya fumata blanca la semana que viene en varios de esos asuntos.

No es fácil empezar a hacer caminar desde cero un proyecto así, y las circunstancias tampoco están ayudando mucho, como hemos visto. De momento tienen esa bula papal. Es más, creo que la afición debe hacerse a la idea de que esta primera temporada del proyecto chino va a tener los mismos sufrimientos que las anteriores. Este es un niño que está empezando a andar con el taca-taca. Habrá que ser, otra vez, pacientes.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios