Los nuevos tiempos

César De Requesens

crequesens@gmail.com

Una pausa ante el abismo

Dar la vuelta ante el abismo no siempre es de cobardes. La inteligencia es condición previa para el buen gobernar

Es el mayor desafío a la democracia desde aquella otra barbaridad fuera de época, decimonónica, inútil, del coronel Tejero y su "Tó er mundo ar suelo". También ante un parlamento, qué casualidad. Por eso intento imaginarme a Puigdemón en una pausa previa a su discurso para clarificarse y saber cómo afrontar esta cita con el destino en esta tarde crucial. No es un momento fácil. Lanzó en pos de una ilusión a los suyos, les embarcó en creer que era posible el sueño y ellos se lanzaron detrás de su líder, crédulos, confiados, entregados, ingenuos. Los tendrá cerca hoy pues a eso de las seis rodearán/vigilarán el Parlament para, dicen, apoyar el nacer de su república de su Cataluña particular. No puede defraudar.

Tal vez Puigdemón vea durante esta pausa para tomar aliento alguna imagen de aquella otra asonada en la que, esa vez contra una República también llamada España, un antecesor suyo hizo lo que él mismo tal vez hará. Puede que le vengan a la memoria las fotos de Companys entre las rejas; o los momentos previos de angustia antes de la ejecución... Puede que se pregunte si mereció la pena aquella inmolación baldía por un ideal que nunca se materializó y que esta vez tampoco prosperará.

Dicen que en estos instantes clave surge una inusitada clarividencia, como si el horizonte mental se despejara de miedos, dudas y angustias ante el salto final. Puede que en ese 'lucida intervalla' el President vea que ya ha cumplido con la historia. También con la de los suyos. Su mensaje de disconformidad ha calado profundo. Por él no habrá quedado y está ante una gran ocasión de demostrar al mundo entero que la Cataluña que representa es sabia. Él también puede serlo. Su gran legado podría ser sorprender con un parar las máquinas para negociar sin heridos y con condiciones para hablar. Sería un acto de valentía: dar la vuelta ante el abismo no siempre es de cobardes. La inteligencia es condición previa para el buen gobernar.

Espero que en esa pausa, a solas, encuentre el camino hacia la realidad. Avanzar por avanzar no siempre es lo correcto en un arte como es la política que se realiza en zigzag. Puede que, antes de hablar ante el parlamento catalán, ya a punto de entrar, se dé cuenta de que hay guerras que se ganan tan solo con no batallar más. Ojalá.

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