pieza suelta

José Antonio / Pérez Tapias

La política sitiada

SE estrecha el cerco y aumentan las fuerzas que la asedian. Pasa el tiempo y menguan los recursos. Sus leales van escaseando; prófugos, tránsfugas y desencantados desisten de su defensa. Incluso los que más necesitaban el cobijo de sus estructuras parecen abandonarla. Se trata de la política, que desfallece a manos de otros poderes que la amenazan. Los votantes, muchos de ellos resignados, no son sus fieros atacantes, aunque sean sus detractores. Sus enemigos no son los que acampan en plazas diseminadas por España, por más que hayan enarbolado pancartas que equiparan políticos y banqueros. Aun con gestos hostiles, esos manifestantes convocados bajo lemas como los de "democracia real ya", no son los que ponen sitio a la política, aunque planten sus tiendas ante edificios oficiales. Sí es verdad que, tras décadas de erosión de lo público, son ahora mensajeros del descrédito de la política.

Ha sido en Varsovia, ciudad a la que me llevó la actividad parlamentaria para asistir al VI Foro Europa-Rusia, donde una vez más afloró en el debate la impotencia de la política como grave problema de nuestra época, acentuado bajo la asfixia de la crisis económica. Hubo en tan ilustre foro alusiones desde otros países al "movimiento del 15 de mayo" en España como caso paradigmático de las dificultades por las que pasa la UE. Quienes han nutrido ese pacífico ejército, cuyas armas son las redes sociales y su pólvora el malestar de la ciudadanía, expresan muchas cosas, pero sobre todo dos: la protesta "indignada" por un paro que ha llegado en nuestro país a porcentajes escandalosos y la denuncia de la impotencia de una política que claudica frente a los poderes económicos. La extensión del diagnóstico, aun apresurada por el formato del debate, era obligada: en la Rusia actual se verifica igualmente dicha impotencia en una política subalterna respecto a una economía concentrada en torno a grupos oligárquicos del petróleo y del gas, los cuales proyectan sobre la sociedad la podredumbre de la corrupción y los falsos señuelos de una modernización sin democracia. No se trata de establecer comparaciones precipitadas, pero sí de ver el hilo que conecta situaciones diversas

La reciente derrota electoral del PSOE no es ajena a la percepción social de la impotencia de la política y el PP se equivoca si piensa que el asunto no va con él. Bajo el asedio de los mercados, lo que ocurre en Estados sometidos a los nuevos señores del capitalismo financiero es que "el poder está siendo evacuado de la política". Es el diagnóstico que formula en La sociedad sitiada el sociólogo Zygmunt Bauman, el cual, siendo de origen polaco, ofrece análisis que se muestran certeros cuando a orillas del Vístula hablamos de Europa y de Rusia. De nuevo hay que organizar las resistencias.

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