Hoja de ruta

Ignacio Martínez

El presidente se exhibe

FORGES ha rebautizado la gripe porcina. La llama la gripe porcima [por encima, en castizo]. En la viñeta se ve un hermoso sol que domina un enorme campo, en el que está escrito crisis, gürtel, paro, deflación, Iraq, Afganistán. Cosma y Blasa, desde una esquina, exclaman sucesivamente: "Porcima", "eso: tapándolo tooodo...", "casualmente". Lo de la gripe será grave, el riesgo de pandemia será real, pero en fin, no va a llegar a los 40 millones de muertos de la llamada gripe española de 1918. En España se han detectado 13 casos de esta moderna gripe exportada desde México, todos ellos leves. Y hay 101 en estudio, de los cuales 28 son residentes en Andalucía.

Hay que estar informados, pero no deberíamos perder la cabeza. La ministra de Sanidad de Alemania ha recomendado a sus nacionales que no vayan a Barcelona para el Gran Premio de Fórmula 1 del 10 de mayo: "Es la región más infectada de Europa y supone un riesgo muy grande el acudir a una concentración de 70.000 personas si miles de ellas pueden resultar infectadas por el virus". Como respuesta, la vicepresidenta Fernández de la Vega ha hecho una defensa de la seriedad y la mesura, y ha criticado las declaraciones alarmistas que no ayudan a resolver la situación. Tengo una duda enorme sobre dónde termina la mesura y empieza el alarmismo, pero ojo con estas cosas, que pueden hundir el turismo en España, segundo destino mundial. Menos mal que en Andalucía prima el turismo nacional, pero tenemos muchos visitantes británicos y alemanes que están ya recibiendo instrucciones de no venir. Y su pérdida sería la guinda que le faltaba a nuestra particular crisis doméstica.

En esta región tenemos otra crisis larvada: la que contrapone el centralismo autonómico con los territorios periféricos. Entiéndase por periferia todo lo que no tiene una sede de la Junta. El presidente Griñán ha estrenado en Málaga sus visitas oficiales. Ha hecho bien en elegir la provincia en la que más suena el runrún del agravio y más se repite la idea de que le iría mejor como autonomía uniprovincial. Su relación con el alcalde de Málaga ha empezado con buen pie. De la Torre ha confesado que tiene mejor empatía con éste que con el anterior jefe de la Junta, pero ha añadido que con Chaves también llegaba a buenos compromisos, que no se cumplían después.

Por el contrario, la ausencia de los alcaldes del PP en la recepción de Griñán en la Diputación ha deslucido su periplo malagueño. El presidente dijo que iba a Málaga a escuchar y había previsto una reunión de trabajo con los alcaldes, que después se trasformó en recepción. Poco iba a escuchar en una recepción, que es ocasión más propicia para a la exhibición. La ausencia del PP se antoja razonable. Más allá de sus buenas maneras, el presidente todavía no ha pasado del dicho al hecho de la descentralización. De momento, se exhibe.

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