Si vas caminando por la ciudad, mires por donde mires habrá carteles publicitarios tratando de vender algo. No hay ni una sola fachada en la que no cuelgue algún letrero. Con luminosos y luces llamativas tratan de llamar la atención a posibles compradores quienes, hartos de verlos a diario, pasan a su lado indiferentes. Hasta ahora, la solución de muchos para escapar a ellos era mirar al suelo. Pero ya esta solución tampoco es posible. Parece ser que algunos vendedores se han dado cuenta de la estrategia y ya ni a las alcantarillas dejan tranquilas.

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