Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

Con razón...

AUNQUE ya haya pasado una semana desde las elecciones, no me resisto a comentar unos increíbles vídeos de los que, por casualidad, vi uno en campaña y, tras el tremendo shock intelectual que me produjo, me decidí a buscar en internet el lote completo, que, para más señas, ha constituido el eje central de la campaña mediática de Llamazares para el 9-M.

No sé qué extraordinario director de TV ha sido el autor de los excelsos y sublimes 'spots' de dibujos animados, pero, sin duda, debe estar entre el grupo de enemigos manifiestos de don Gaspar. El procedimiento para ver a 'Gaspi' en Las cosas que importan es variado, pero en YouTube se ven requetebién. Los capítulos del culebrón gasparino van desde La burbuja inmobiliaria, Tiburón, Los zombies, El debate, Energía nuclear o Los Diez Mandamientos de Gaspi, entre los que Amarás a Marx sobre todas las cosas o Robarás el cepillo de la Iglesia forman parte crucial del eje ideológico imprimido al conjunto. Pero el denominador común de semenjantes lindezas estriba en considerar a los españoles como zombies o muertos vivientes que sucumbimos ante un monstruo verde, surgido de un escape nuclear, dotado de dos cabezas, la de Zapatero y la de Rajoy, que acepta sobornos inmobiliarios, asesina a gays, vive en un castillo de la Gestapo o besa la mano del Papa, personaje, por cierto, que siempre aparece como el Gran Inquisidor que ajusticia a los homosexuales con Rajoy a su izquierda y un Federico Jiménez Losantos convertido en vampiro a su derecha.

Pero, no se preocupen, en este mundo oscuro y de desolación profunda, con tiburones, constructores corruptos, zombies, vampiros y nazis, el salvador 'Gaspi-Jones', con lazo americano y sombrero incluido, nos rescata de tanto horror e infamia en cada uno de los seis capítulos, para lo cual vuela, salta o brinca, alcanzando el paroxismo de sus heroicidades al salvar a unos inmigrantes que nadan plácidamente en una piscina del tiburón-Pizarro que el malvado Rajoy les ha lanzado para que mueran descuartizados; o cuando, cual Harry Potter, les redime del examen de españolidad (disfrazarse de torero, guardia civil o penitente, comer paella…) que les tiene preparados a estas pobres gentes el vil tándem ZP-Rajoy.

Vergüenza ajena es lo que se siente al contemplar estos 'spots' "de autor". Con razón han sacado sólo dos escaños, aunque con semejante concepción de España y los españoles es para haber obtenido un cero absoluto. Pero al protagonista de Izquierda Unida le da igual: aunque no se presente a la reelección, el escaño es suyo y solamente suyo y no piensa soltarlo en los próximos cuatro años. Todo ello muy propio de un altruista salvador universal.

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