Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

Del seny a la rauxa

Los independentistas saben que las normas que han aprobado en solitario no han admitido debate ni enmiendas

Algo tendrá la democracia cuando todos los totalitarios presumen de demócratas. No hay una sola dictadura que no afirme que ellos son la verdadera democracia. A la derecha, el referéndum convertido en plebiscito es la norma, incluso si los votos favorables al líder providencial superan al censo y a la izquierda, el asamblearismo es el elemento canalizador de la voluntad popular aunque no haya más que un candidato para elegir. Si has asistido a una asamblea sabes que no hay nada menos democrático que esa reunión de exaltados en las que el griterío, el miedo a disentir y la presión, simplemente verbal, de los más violentos, provoca falsas unanimidades. Y así, como en un juego de espejos deformantes de barraca de feria, se quiere hacer pasar por democracia lo que no es más que un espejismo distorsionado y falso.

La sesión del Parlament fue un claro ejemplo de ese totalitarismo que pretende presentarse como algo puro frente a las democracias liberales a las que considera podridas y superadas. Si no fue un golpe de estado, utilizó todas las técnicas propias del mismo. Se quiso subvertir la legalidad por parte de una institución que debería defenderla y cuya legitimidad emana de una elección amparada por ese mismo orden constitucional que pretende liquidar. Cualquiera podría ver las similitudes entre esa sesión parlamentaria y la que presidió Göring en la Ópera Kroll, tras el incendio del Reichstag, que aprobó la Ley Habilitante de 1933, dio plenos poderes a Hitler y derrumbó de modo fraudulento el edificio constitucional de la República de Weimar.

Los independentistas saben que las normas que han aprobado en solitario no han admitido debate ni enmiendas; que la presidenta del parlamento ha boicoteado a la oposición, la ha ninguneado y hasta la ha insultado reiteradamente en una muestra de lo que es su concepto de la democracia. Deberían ser conscientes de que el respeto al estado de derecho es la base de la democracia y que lo que hace legítimo a un referéndum no es la mera presencia de las urnas sino las garantías que tiene el ciudadano para ejercer el voto mediante un sufragio universal, libre, directo y secreto. ¿Dónde quedó el seny? ¿Dónde está la Cataluña sensata que siempre conocimos? ¿Se ha dejado absorber por el arrebato, por la rauxa? Estamos ante un puñado de fanáticos que como dijo Churchill, son tipos que no pueden cambiar de opinión y no quieren cambiar de tema.

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