EL resultado de las elecciones europeas consolida a Mariano Rajoy como líder del PP, aunque la ventaja -de 3,7 puntos sobre el PSOE-, más que un serio cuestionamiento del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, supone un serio aviso al Ejecutivo por su gestión de la crisis económica. Hace sólo un año, distinguidos dirigentes del PP creían que Mariano Rajoy no sería capaz de hacer ganar a su partido ni en las elecciones gallegas ni en las europeas. Todo lo contrario: aunque todavía hay una opinión en parte del PP que cree que estas elecciones debían haber servido para machacar a un Gobierno que lleva un saldo de cuatro millones de parados, lo cierto es que esos 500.000 votos de diferencia le dejan margen a su líder para seguir jugando el partido de las próximas elecciones generales. Rajoy se queda entre la victoria ajustada y el éxito pleno. El caso de Rodríguez Zapatero es bien distinto, el resultado de anoche supone una advertencia de cara a las elecciones generales, aunque el PP no salga tan fortalecido como para plantarle cara en una moción de censura. La crisis parece estar haciendo mella en el nivel de aceptación del Gobierno , y al presidente ya no le quedan muchas más sorpresas con la que intentar sortearla. En muchas comunidades autónomas favorables a los socialistas, en especial en Cataluña, ha habido un voto -o una abstención- de castigo. El cambio ministerial que Zapatero llevó a cabo hace algo más de un mes para remontar la situación no parece haberle servido de mucho. La consecuencia inmediata es que el Gobierno lo va a tener más difícil en el Congreso, donde CiU y el PNV se acercarán a un PP que sale fortalecido de estas elecciones europeas, unos comicios que en casi todos los países han tenido en el debate interno su componente más fuerte. En el caso andaluz, los socialistas han aprobado el primer examen desde que pusieron a José Antonio Griñán al frente de la Presidencia de la Junta. Pero aquí también se notan los efectos de la crisis sobre los socialistas. Aunque el PP de Javier Arenas recorta en diez puntos su diferencia frente al PSOE_de las pasadas elecciones europeas, la distancia es similar a la de las autonómicas: sólo baila un punto. El cambio de Manuel Chaves por José Antonio Griñán no parece haber supuesto un elemento de cambio en el electorado andaluz.

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