Pedro Sánchez: España es una nación de naciones, Cataluña es una nación; Adriana Lastra: Cataluña es una nación cultural, España es una nación de naciones con una única soberanía y un único Estado; Pablo Iglesias: España es un país de países.

Mientras la izquierda se aclara de su batiburrillo ideológico inventando conceptos sobre España para ofrecerles a los catalanes secesionistas algo que ellos no quieren ni les interesa, porque lo único que quieren en independizarse, los 40 millones de habitantes del resto de España tenemos que asistir impávidos a todo el espectáculo que están montando unos y otros y que, con un Estado que actúa con firmeza y seriedad, se habría evitado.

Y es que el show federalista está a punto de comenzar, es lo que nos espera tras el 1 de octubre. Porque dar y dar a quien chantajea es costumbre insana, extendida en la izquierda y ahora parece que también en la derecha, ya que el PP se ha avenido a la reforma de la Constitución. Que se haría sola y exclusivamente para contentar a unos 2 o 3 millones de catalanes, mientras el resto de los españoles nos tenemos que tragar todas las entelequias pseudo intelectuales-jurídicas que van a construir estos políticos teledirigidos para mantener sus sillones per secula seculorum.

Ya los españoles se tragaron en su día las autonomías, una invención para contentar a catalanes y vascos, de las que los ciudadanos lo único que decían con sorna era "auto no mía", sin saber absolutamente nada de lo que iba a ser este modelo territorial nefasto que nos han implantado a golpe de demagogia.

Pues prepárense, que ahora viene la segunda edición… y vendrán las federaciones, las confederaciones, las naciones, los países, etc. Y los ciudadanos, mucho más formados que en 1978, entraremos al trapo de discusiones ideológico-políticas sobre un nuevo modelo territorial tan teledirigido como el anterior, pero esperemos que a la hora de votar el pueblo soberano diga no.

Y si dice sí, pues vale, por estas tierras ya no queremos café para todos, que nos han dado del más amargo, ahora queremos un trozo del suculento pastel que llevan repartiéndose cuatro décadas catalanes, vascos o andaluces. Y queremos que Granada también tenga su trozo en este pastelazo que preparan a medida para el grupo de catalanes que chantajea, que no cumple las normas, que no reconoce a los tribunales de justicia y que comete delitos.

Está visto que mientras peor te portes más te premian. Y en este punto me pregunto ¿debería nuestra tierra haber chantajeado al Estado para conseguir una autonomía propia y más derechos que nadie? La respuesta es no.

La vía para conseguir una autonomía territorial es la de la legalidad y la constitucionalidad, porque los artículos 144 a) y 143 de la Constitución Española permiten que un territorio con más derechos históricos que los privilegiados de este país, y con patentes diferencias culturales, sociales, geográficas, etc. pueda acceder a constituir una región con plena gestión de sus propios intereses. En fin, como empieza el show federalista… habrá que estar en primera línea para que por fin tengamos un trozo en esta tarta que es España.