ANTE la pasividad que parece haberse instalado en la sociedad española, a pesar de los recortes generalizados -incluidas sanidad y educación-, del despilfarro y de la corrupción en la vida pública, hay quien ha decidido plantarle cara a los responsables de la desastrosa gestión de Bankia, cuya nacionalización le va a costar al Estado español, y, por tanto, a todos, la friolera de 23.000 millones de euros. Se trata de los yayoflautas, un grupo de abuelos indignados, vinculados al 15-M, que quieren ayudar a los jóvenes a luchar para cambiar el sistema político, y por eso se han concentrado al mismo tiempo en Madrid, Barcelona, Valencia, Palma y Sevilla frente a las oficinas de Bankia, a fin de exigir responsabilidades políticas y penales a los gestores de la entidad. Dicen que se movilizan por sus hijos y por sus nietos, porque, con la excusa de la crisis económica, no se pueden cercenar derechos que los ciudadanos hemos conseguido con esfuerzo en los últimos 30 años.

Y es que, verdaderamente estamos asistiendo a una pérdida generalizada de ética entre quienes mueven los hilos de nuestros destinos, ya que parece mentira que haya 5 millones de parados, 58.241 desahuciados en 2011, los comedores sociales estén abarrotados y el umbral de pobreza haya aumentado al 22% de los hogares españoles, ascendiendo a 11,5 millones el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, y que, ante esta dantesca situación, sólo se reaccione pensando en el déficit, en la prima de riesgo, en el euro, en Angela Merkel y en que hay que sacar a toda costa a Bankia del agujero en que la han metido unos responsables que cobraban cifras astronómicas (recuerden los 2,34 millones de euros a que ascendía el sueldo de Rato o los 14 millones de euros de indemnización que puede llevarse Aurelio Izquierdo, ex directivo de Bancaja -integrada en Bankia-, y que también dirigió el Banco de Valencia antes de su intervención, en fin, una prenda de gestor).

A eso se une el inquietante silencio que se ha impuesto entre los políticos, con un Congreso que se niega a querer conocer cómo, cuánto y quienes rapiñaron en este asunto, con Goirigolzarri que no va a depurar responsabilidades en Bankia, con Rato escurriendo el bulto y con Mafo en absoluto silencio, a quien, por cierto, le espera un suculento retiro de 11.000 euros/mes durante dos años tras su salida del Banco de España. Y es que es realmente alarmante tanta actitud pasiva, aun a pesar del clamor popular en pro de que se aclare todo cuanto rodea a una nacionalización costeada con el dinero de todos los ciudadanos, que no sabemos lo que verdaderamente se esconde tras este agujero de Bankia que, según los analistas, no ha hecho más que empezar.

Por eso, lo que hacen los yayoflautas es no sólo loable sino necesario, ya que alguien tendrá que salir en defensa de una moral degradada en extremo por el peso ciego del dinero desaparecido, volatilizado o evaporado.

El principio de "quien sea responsable pague y devuelva lo ajeno" urge ser instalado en la vida pública nacional.