España se prepara para un 155 sine díe

Acierta el Gobierno al frenar en seco la pretensión de Quim Torra de formar un 'Govern' pensado para continuar el 'procés'

Poco han durado las dudas, aunque había muy pocas, sobre la orientación que el nuevo presidente de la Generalitat le iba a dar al Govern. En un auténtico desafío al Estado, Quim Torra ha formado un gobierno completamente inaceptable para una democracia que se precie y respete a sí misma, ya que incluye entre sus consejeros a dos encarcelados, Josep Rull (Territorio y Sostenibilidad) y Jordi Turull (Presidencia); y a dos fugados de la Justicia, Lluís Puig (Cultura) y Toni Comín (Sanidad). El Ejecutivo central ya le ha comunicado a Torra que bloqueará la formación de dicho Govern, algo para lo que está facultado al controlar, gracias a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC), en cuyas páginas es de obligado cumplimiento la publicación del nuevo Gobierno autonómico. Volvemos, pues, a vivir un pico de máxima tensión que, a fecha de hoy, nadie sabe exactamente cómo se resolverá.

Pese a que muchos analistas se aventuraron a decir que Torra actuaría en lo simbólico como un independentista, aunque en la práctica lo haría como un autonomista, los primeros pasos dados por el president demuestran que su praxis política será mucho más dura de lo previsto. Por tanto, acierta el Gobierno al frenar en seco su pretensión de crear un Govern pensado para continuar el procés. Ante la situación creada, inédita en nuestra democracia, el Ejecutivo central no tiene más remedio que alargar y endurecer el artículo 155 para evitar que los independentistas vuelvan a usar las instituciones democráticas para intentar romper la soberanía de todos los españoles y deteriorar nuestro ordenamiento constitucional. Tanto el PSOE como Ciudadanos han apoyado los primeros pasos del Gobierno en esta dirección, lo que demuestra que, pese a las muchas tensiones y retrocesos -lógicas en la lucha partidaria-, las formaciones constitucionalistas están sabiendo llegar a acuerdos fundamentales en la cuestión catalana.

Habría que hacer una reflexión entre la nueva situación en Cataluña y la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. El PNV, que ha condicionado su apoyo a las cuentas del Gobierno a la retirada del artículo 155, debe darse cuenta de que no puede seguir vinculando su voto a las decisiones de un independentismo catalán que ha entrado en una dinámica enloquecida. España -incluido el País Vasco- no puede seguir esperando más a que se aprueben unos PGE fundamentales para consolidar la recuperación económica. Ya es hora de que el grupo vasco se dé cuenta.

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