Incertidumbre en el Granada CF

La incógnita pasa ahora por saber el alcance de la imputación del club rojiblanco en la causa judicial que investiga a Quique Pina

La imputación al Granada Club de Fútbol por delito fiscal y blanqueo de capitales dentro de la llamada Operación Líbero, que investiga al expresidente de la entidad rojiblanca Quique Pina por liderar una trama de fraude a Hacienda, no hace nada más que evidenciar que en el fútbol no es oro todo lo que reluce y que en él anida la corrupción, un concepto hasta ahora, o al menos en los últimos años, asociado casi en exclusiva a la clase política. El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata indaga en la gestión realizada y sospecha, entre otras muchas cosas, que la compra del club se realizó con fondos opacos y una empresa pantalla. Gino Pozzo, el propietario antes de la llegada de Jiang Lizhang, al parecer articuló un entramado financiero mediante el cual llegó a obtener del club más de 6,8 millones de euros de forma encubierta a través de sociedades interpuestas que él mismo controlaba. Se trata de otro sumando de los muchos que han asomado tras el despliegue y registro por parte de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) de las oficinas del Granada CF tanto en el Estadio Los Cármenes como en su Ciudad Deportiva.

Significativas son las frases extractadas de cientos de conversaciones telefónicas que Pina habría tenido con socios, colaboradores y personas del mundo del fútbol y en las que no hay duda de que el investigado sabía de lo que hablaba. Incluso llegó a intercambiar llamadas comprometidas con sus padres, que confirmaron a la Policía el lugar en el que el dirigente guardaba el dinero: "Tú me decías, en esta maleta hay un millón, yo la maleta la guardaba y luego, mamá cuéntalo".

La incertidumbre en el Granada a raíz de la Operación Líbero es notable y se abre la incógnita de hasta dónde puede llegar la paciencia de la actual propiedad de la entidad. De igual modo, hasta qué punto pueden afectar los daños colaterales de la investigación a la pax deportiva, con un equipo obligado a regresar a la Primera División. Por de pronto, la entidad es centro de atención informativa, aunque alguno de sus elementos no comulgue con titulares e informaciones -documentadas y escritas con rigor- de las últimas semanas. Lo único que se puede hacer es esperar a que avance el proceso y se revelen nuevos datos de la misma. Ahora entrará en escena el representante del Granada que acuda a prestar declaración tras la citación al club en calidad de investigado. El tiempo catalogará la gestión de los hasta ahora idolatrados Pina y Pozzo.

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