A la política hay que llegar con una mínima experiencia y, sobre todo, con ganas de pelear.

Es inútil que Sánchez, Albares y Bolaños intenten justificar lo injustificable: Mohamed VI ha dado un plantón al presidente.

Al fin el juez Llarena, incansable en la defensa de la justicia española, ha visto el resultado de su trabajo.

Hay que estar ojo avizor, sin bajar la guardia y dotar a las fuerzas de seguridad de medios para luchar contra el terrorismo.

Seguro que Macron y su equipo han salido haciendo cábalas sobre la falta de inteligencia del presidente español.

Don Juan Carlos merece reconocimiento. También es cierto que ha cometido errores que explican la animadversión.

Votantes tradicionales del PP en Cataluña se quejan de que la dirección nacional actúa con exceso de tibieza.

El presidente y sus socios no han tenido más remedio que asumir las condiciones de la legalidad.

En España llevamos tres años amparando desde el Gobierno a quienes prepararon una intentona golpista en Cataluña.