Vecinos del barrio motrileño del Balcón de San Fernando consiguieron que el Ayuntamiento revoque la licencia para que el tanatorio incluya un crematorio entre sus instalaciones. Alegando posibles riesgos para la salud pública de los gases que emiten este tipo de hornos, se reunieron el jueves con la concejal de Urbanismo, Luisa García Chamorro, a quien le arrancaron el compromiso de suprimirlo del edificio que está a punto de inaugurarse en la zona.

Junto a los posibles riesgos sanitarios, los vecinos la consideran una actividad "macabra" y no quieren que se realice cerca de sus viviendas. Por ello una comitiva le expuso a los responsables municipales los casos de tres municipios de las provincias de Alicante, Madrid y Vizcaya donde se han cerrado los crematorios debido a su cercanía con el casco urbano. David Martín, presidente de la Asociación de Vecinos Balcón de San Fernando, expresó el "total desacuerdo" de medio millar de familias con el proyecto y se preguntó "por qué si en otras ciudades no lo han querido, Motril tiene que ser siempre un punto de malestar y de noticias malas". Y añadió: "Nuestro barrio, nuestros niños y nuestros jóvenes no se merecen estar respirando un ambiente insalubre". Pese a que les han explicado que el horno es aséptico, los vecinos han comprobado que "en El Ejido hay uno que huele bastante mal, y no queremos ese ambiente para el barrio".

Los vecinos se amparan en una normativa de Actividades Molestas e Insalubres del año 1961 que prohíbe su funcionamiento a menos de 500 metros de los núcleos de población y afirman que algunos de ellos viven "a menos de 20 metros" de la instalación. El Ayuntamiento decidió atender la petición y revocar la licencia que permite al tanatorio contar con el crematorio, aunque ello no impedirá que esta actividad se pueda desarrollar en otra zona del municipio.

Los vecinos han estado recogiendo firmas para apoyar sus reivindicaciones, junto a otras medidas para mostrar su desacuerdo con el crematorio, el primero con que iba a contar la Costa. Este es uno de los servicios que estaba previsto ofrecer en el edificio que se está terminando en la carretera de las Ventillas para acoger el tanatorio de Motril, instalación de la que la ciudad carece hasta el momento.