Destinar más de cien euros por persona a la financiación de los servicios sociales es un buen indicador de la excelencia de las políticas municipales. Y son pocos los ayuntamientos que pueden presumir de entrar en esa categoría de municipios "excelentes" en gasto social. De hecho, únicamente 12 de los 350 municipios con más de 20.000 habitantes de toda España pueden calificarse como tal. Y entre ellos, destaca Baza, el único municipio granadino de la lista elaborada por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. El ranking lo completan tres capitales (Madrid, Zaragoza y Las Palmas de Gran Canaria), además de los municipios andaluces de Vélez-Málaga, San Juan de Aznalfarache, Linares y La Rinconada; los tes catalanes de Molins de Rei, Montcada i Reixac y Martorell; y el ayuntamiento de Miranda de Ebro (Burgos).

En todos estos casos, se ha alcanzado la "excelencia" en materia social, una calificación que contempla el hecho de destinar 100 euros o más por habitante y por año a los servicios sociales; reforzar o conservar la cuantía de estas partidas en los presupuestos del presente ejercicio; rebasar en la materia el 10% del total de las cuentas del consistorio; y ser transparentes en la difusión de datos.

El reverso de la lista lo constituyen los 37 municipios catalogados por la asociación como "pobres" en servicios sociales. Este calificativo se lo han ganado por no atenerse a ninguno de los requisitos fijados, pero sobre todo porque la cuantía media de su inversión social por persona y año no llega ni siquiera a los 36 euros. La Comunitat Valenciana y Madrid son las autonomías que concentran un mayor número de municipios pobres, una lista que incluye a Pozuelo de Alarcón (uno de los municipios españoles con mayor nivel de renta), Aranjuez, Collado Villalba, Leganés, Torrejón de Ardoz, Ciempozuelos, Villaviciosa de Odón, Lálfas del Pi, El Campello, Sant Vicent del Raspeig, Torrevieja, Alboraya o Bétera.

La asociación enumera, además, otras 116 ciudades que sí superan ese umbral de 36 euros por habitante, pero que tampoco llegan a 50. "Es una inversión tan escasa que dudamos de su capacidad para prestar los servicios y las prestaciones más básicas".