Los espacios públicos ajardinados y forestales de Motril pueden padecer plagas de orugas procesionarias. Las reacciones que provocan en la piel el roce de las procesionarias ha llevado a la Concejalía de Agricultura, Parques y Jardines a complementar el plan de control realizado la pasada primavera contra esta oruga, que es una de las mayores amenazas para la masa forestal española.

Según comentó la edil Gloria Chica, el plan iniciado consiste en la instalación de trampas 'Koppert' de feromonas en los ejemplares situados en el núcleo urbano de Motril y los anejos. "Se trata de una eficaz trampa de feromonas especialmente diseñada contra la plaga de la procesionaria y que ya ha obtenido resultados muy satisfactorios tanto en España como en otros países mediterráneos, que además, es una trampa reutilizable", explicó Chica.

El roce con la piel de estas orugas puede ser peligroso para las personas y animales

La concejal expresó que esta forma de controlar la plaga es completamente natural -no utiliza ningún tipo de químico- y es inocua para personas y animales. "Esa es la tendencia de la concejalía, potenciar los controles biológicos de las plagas y no mediante químicos para mejorar la calidad de nuestro medio ambiente", subrayó la edil.

Chica explicó que "en esta ocasión se han puesto en los ejemplares de coníferas situados en los colegios Príncipe Felipe, Francisco Megías, Virgen de la Cabeza y zonas verdes como La Nacla, junto al Hospital Comarcal, Huerta de la Condesa, Cerrillo o el Cerro de la Virgen, donde ya había trampas de anillo. Se trata pues, de una acción complementaria para erradicar el problema".