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La Costa vive la mejor campaña de pepino de toda su historia

  • Cotizaciones medias de 1,30 euros ponen fin a una racha de pérdidas de uno de los cultivos estrella del sector hortofrutícola

Imagen de un trabajador del pepino en la costa granadina.

Imagen de un trabajador del pepino en la costa granadina. / rosa Fernández

Tras años de pérdidas, los agricultores no se lo pueden creer. Después de haber tenido que tirar pepino (tipo Almería u holandés) por bajos precios y no cubrir costes de producción, con valores que el año pasado estaban sobre los 30 céntimos, en esta campaña apenas hay producto, en concreto un 40% menos, según Cooperativas Agroalimentarias de Granada. Esto ha hecho que el precio se dispare, alcanzando un precio medio de venta de 1,30 euros, lo que supone un récord en la historia de este cultivo en la Costa.

A estas cotizaciones "no se ha llegado por casualidad", como explicó Fulgencio Torres, presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Granada. La primera de las razones tiene que ver con que las siembras se han espaciado en el tiempo. Así, entre finales de agosto y los inicios de septiembre se plantó el primer cultivo y a mediados de octubre y principios de noviembre, otro. El objetivo estaba claro: "que no se acumulara tanta producción". A esa 'estrategia' pensada para que no ocurrieran los problemas del año pasado, se ha unido la decisión personal de algunos agricultores que ya "estaban muy desanimados con el pepino", como comenta el secretario general de Coag, Miguel Monferrer. Años de pérdidas han hecho que los productores se hayan decantado por otras opciones.

Además, la globalización hace que situaciones que se dan a casi 3.000 kilómetros de distancia, influyan aquí. Según Torres "en Holanda hay menos producción, por lo que ha dejado un hueco". También el factor climatológico ha tenido mucho que ver, puesto que este año ha llovido en otoño (que buena falta hacía, como coinciden todos) y está haciendo frío, en contraste con la misma estación de 2015, en la que se dieron temperaturas primaverales, con lo que la planta brotaba con demasiado vigor y hubo una sobreproducción.

Como explicó Monferrer, "estabas todo el día trabajando, sin dar a basto, necesitabas mucha mano de obra, y luego para tener pérdidas, puesto que no se recuperaba lo que se invertía".

Y esto último ha estado ocurriendo año tras año, en los últimos tiempos durante tres campañas seguidas, mientras que en 2009 o 2011 incluso se llegó a tirar producto. Ahora, en cambio, en vez de tener que hacer dos recogidas por semana se está haciendo más o menos una vez cada 7 días, lo que supone menos esfuerzo y mayor rentabilidad para los trabajadores del pepino.

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