¿cómo un pueblo embrujado puede llegar a ser el perfecto reclamo turístico y festivo? La respuesta está en Soportújar y la mejor prueba para comprobarlo es visitando este municipio alpujarreño, con apenas 300 habitantes, que durante toda esta semana está celebrando la IX edición de la Feria del Embrujo.

Pasear por Soportújar estos días está siendo como viajar en el tiempo: calles repletas de calaveras, telarañas y velas; brujos y brujas en cada rincón realizando hechizos, aquelarres y queimadas, y con la luna llena en el cielo sirviendo de auténtico atrezzo para la ocasión.

Dicen que desde tiempos de Felipe II este municipio arrastra un antecedente de ser un lugar de brujos y brujas y que los vecinos lo llevan no sólo con simpatía, sino que además han sabido sacarle partido dándole un aspecto mágico y sobrenatural. El atuendo de brujo es durante estos días la prenda obligada de vecinos y visitantes en el pueblo, donde se puede disfrutar de pasacalles, actuaciones musicales, queimadas -conjuros donde se desea salud y buena suerte para el próximo año- y, por supuesto, degustación de productos alpujarreños.

Desde el pasado lunes y hasta hoy tiene lugar la IX Feria del Embrujo. Ayer fue el día grande con la Noche de Brujas, a la que asistieron, representantes políticos de las diversas administraciones, como el presidente de la Diputación, José Entrena; el diputado de Turismo, Enrique Medina, así como los alcaldes de la comarca, entre otros, quienes no se quisieron perder esta celebración.

Nada más caer el sol, las luces se apagaron y las velas se encendieron. Así comenzó esta celebración, creando un ambiente mágico entre la multitud. Una gran batucada de brujos africanos y hechiceros abrió el paso al desfile de las brujas; el resto de la comitiva lo formaban los participantes con sus respectivos atuendos, generalmente de negro y con escoba, acordes a la noche. Posteriormente se realizaron los aquelarres y la queimada ritualizada que fue degustada por los asistentes en la que pidieron un deseo. Una noche que tuvo el broche de oro con la degustación de productos alpujarreños y la velada musical a cargo de la orquesta Amadeus.

El alcalde de Soportújar, José Antonio Martín, señaló que "desde comienzos de semana el ambiente en el pueblo es intenso y animado, con noches mágicas y con la asistencia de cada vez más personas". El año pasado fueron en torno a 18.000 personas las que acudieron, y este año "esperamos más" aseguró el regidor.

Aún queda hoy una noche de comedias a partir de las 22:30 horas a cargo del grupo de mujeres de Soportújar con la obra 'Quién te ha dado', mientras que será la orquesta Odysseus la encargada de cerrar la noche. Un fin de feria que sirve de antesala a las fiestas patronales en honor a San Roque, que mañana inundarán la localidad.