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Un museo a cielo abierto

Un museo a cielo abierto

Un museo a cielo abierto

Tierras vírgenes, barrancos de hasta 200 metros de desnivel, desiertos, zonas semiáridas, un paisaje poco antropizado, un auténtico capricho de la naturaleza que ha ido esculpiendo durante años estas tierras donde los colores juegan con el ojo humano, quien disfruta con verdaderas obras de arte de insospechada belleza instaladas bajo el cielo y abiertas permanentemente. Un territorio sin igual que busca llegar al mundo para su disfrute. Eso es parte de lo que encierra la propuesta del Geoparque del Cuaternario, que hasta el momento refleja 70 lugares de interés geológico, alguno de ellos de relevancia internacional como los Yacimientos paleontológico de Fonelas, el de Cúllar Baza, los de Orce o Mencal (Villanueva de las Torres), el conjunto paleontológico del Negratín (Cuevas del Campo), las lavas almohadilladas de Alamedilla o el Delta tipo Gilbert de Los Olivos (Alicún de Ortega), entre otros.

Según Miguel Pérez, presidente de la Mancomunidad de Guadix, señala que "este proyecto representa una oportunidad de desarrollo sostenible para una zona deprimida como son nuestras comarcas, con poca industria y grandes recursos turísticos". Algo en lo que coinciden también Rocío Sánchez, presidenta de la Mancomunidad de Huéscar, que señala que esta comarca, que en un principio estaba como una zona de influencia del geoparque, al final consiguió formar parte del proyecto, de hecho, luchamos por ello porque "nuestros pueblos complementan perfectamente la iniciativa, aquí también contamos con recursos catalogados como puntos de interés geológico como los yacimientos de Orce, los Yesos de Galera, la Peña de Castril, el conjunto paleontológico de Huéscar o la Cubeta endorreica de Bugéjar de Puebla de Don Fadrique", describe. Y añade que "formar parte de la lista de Geoparques con sello UNESCO va a repercutir de un modo significativo en nuestra economía, empleo y desarrollo". Por su parte, Francisco Torregrosa, presidente del Grupo de Desarrollo Rural Altiplano de Granada, también apunta que supone "un 'chute' de autoestima en nuestros territorios". Por su parte, Torcuato Cabrerizo, presidente del Consorcio de los Montes Orientales, señala que el Geoparque "es una figura interesante que pone el foco sobre la zona y hace que podamos sacar a la luz nuestros recursos".

Este macro proyecto implica el trabajo y esfuerzo de muchas personas por lo que como indica Torregrosa es "una aventura apasionante"; que debe de sentirse "de abajo a arriba", apunta Miguel Pérez, "la población es la primera que debe de estar concienciada de la importancia de esta nueva andadura, porque la población nativa es la protagonista y en quien redundará todo esto. Después somos los distintos organismos los que debemos de apoyar y trabajar por todo este modelo de desarrollo sostenible". De hecho, Cabrerizo recoge que "es un proyecto que nace de abajo a arriba. Siempre nos pasa que son los de fuera los que vienen a decirnos lo que está bien y lo que está chulo de nuestra tierra, pero en este caso es al revés somos nosotros los que lo reconocemos e intentamos ponerlo en valor. Una forma de querernos a nosotros mismos y mostrar nuestras cosas buenas al exterior", reflexiona. Y la representante de la Mancomunidad de Huéscar, Rocío Sánchez, hace hincapié en la necesidad de trabajar unidos "empresas, habitantes e instituciones debemos de estar todos a una en torno al Geoparque".

Por su parte, el presidente del GDR Altiplano pone el acento en que "es importantísimo para el desarrollo de estas comarcas que existan proyectos como este, donde todos los actores del territorio, desde las administraciones públicas, hasta las empresas, pasando por el tejido asociativo, trabajen con una meta común, aprovechando un recurso compartido, y cooperando en lugar de competir".

La gestión del Geoparque está planteada como un trabajo en red en el que cada actor gestiona sus propios recursos dependiendo de sus competencias; desde la Junta de Andalucía, con sus delegaciones de Medio Ambiente y caminos rurales, por ejemplo, la Diputación, con las carreteras y planes provinciales, o los ayuntamientos que al final deben ser los que asimilen que tienen un importante recurso y priorizar inversiones para ponerlo en valor. "Es más importante la coordinación interadministrativa a todos los niveles que la gestión del propio geoparque", comenta Torregrosa.

De hecho algunas comarcas ya han comenzado a invertir en la zona con la mirada puesta en el proyecto como es el caso del GDR de Guadix, que hacer realidad el Geoparque, es parte esencial del plan de acción de la EDL Leader 2017-2020, que será financiada con fondos Feader de la Unión Europea al 90% y por la Junta de Andalucía en un 10%. O como apunta Miguel Pérez, se han realizado jornadas formativas para la población y reuniones con los gerentes de otros geoparques de España como el de Aragón, País Vasco o Extremadura, "quienes nos han mostrado sus modelos de gestión". Algo en lo que coinciden todos los presidentes de las Mancomunidades y GDRs es que "esta es una candidatura técnicamente impecable, con unos recursos únicos a nivel mundial, y que por calidad no debería tener problemas para conseguir llegar a serlo, en esta, o en sucesivas convocatorias". Y todos están de acuerdo en que salga adelante la propuesta o no, "la estrategia de geoparque va a seguir adelante". Porque como comenta el presidente del Grupo de Desarrollo del Altiplano, "el único peligro que puede haber es que se miren otros criterios que no sean técnicos o de calidad de proyecto, sino más bien de equilibrio territorial, y pongan los ojos en otras comunidades autónomas o países que no cuentan con geoparques de la Unesco; tenemos que recordar que en Andalucía ya hay declarados tres ".

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