La Guardia Civil culminó ayer la denominada como 'operación Mermellí', que tuvo lugar en el barrio Alfaguara de Loja, y que se saldó con la puesta a disposición judicial de un total de 40 personas -todas ellas vecinos del barrio lojeño- por un delito de defraudación de fluido eléctrico. De entre estos detenidos, a cuatro de ellos se les ha añadido también un delito de tenencia ilícita de armas, mientras que otros 19 han sido además investigados por los delitos de cultivo y elaboración de droga.

Durante la intervención, la Guardia Civil localizó un total de 19 plantaciones de cannabis sativa (marihuana) e intervino alrededor de 2.700 plantas de diferentes tamaños, como ya adelantó el pasado jueves este periódico. Además, se incautaron un total de cuatro armas de fuego que carecían de licencia: una escopeta de cañones recortados, una canana llena de cartuchos, un revólver y una pistola municionada.

La Guardia Civil estableció el pasado miércoles un dispositivo en torno al bloque de edificios en cuestión, donde se sospechaba que algunos vecinos se dedicaban de forma masiva al cultivo de marihuana, gracias al empleo de enganches ilegales a la red eléctrica, tal y como se comprobó ayer, una vez finalizado el operativo. En este dispositivo participaron un total de 80 agentes pertenecientes tanto de las unidades territoriales de Seguridad Ciudadana de la Compañía de Loja, como a la Policía Judicial y al Grupo Rural de Seguridad de Sevilla. Asimismo, la Guardia Civil contó con la colaboración de la Policía Local y de operarios del Ayuntamiento lojeño, así como de la compañía eléctrica suministradora. La Benemérita y técnicos de la compañía encargada del suministro eléctrico comprobaron que en el cuarto de contadores del edificio no había ni un solo contador, lo que implicaba que no había ni una sola vivienda del mismo con contrato eléctrico en vigor.

Ayer por la mañana se vivieron momentos de tensión a las puertas del instituto Alfaguara. Uno de sus accesos amaneció lleno de piedras, arena y tubos de ventilación, al parecer los restos de las plantaciones de marihuana incautadas. Un grupo de 50 vecinos del edificio reconoció haber taponado este acceso en señal de protesta por el corte de suministro eléctrico.