La agresión acústica

Hay que prestar atención a los ruidos más dañinos para reducir su intensidad

Un aspecto del que apenas se habla y que tiene incidencia en la salud es el ruido. La pérdida de audición inducida por el ruido es un problema de salud mundial, que afecta sobre todo a aquellas personas que están más expuestas como los jóvenes, los militares, corredores de carreras de motos y coches, personal de discotecas, músicos entre otros.

Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) cerca de la mitad de los jóvenes españoles se expone de manera continua a niveles de ruido dañinos para la salud del oído y la audición. El hábito de escuchar música con auriculares, junto con la asistencia a conciertos y locales de ocio con música alta, son la principal causa de trastornos provocados por el ruido en jóvenes.

Por eso hay que prestar atención a los ruidos más dañinos para reducir la intensidad y tiempo de exposición y prevenir así, no solo problemas auditivos, sino de salud en general. En el caso de los reproductores de música, lo ideal sería aplicar la regla del 60-60, es decir, no utilizarlos más de 60 minutos al día y no superar el 60% del volumen que permiten los mismos. Para garantizar una buena salud se recomienda no superar los 65 decibelios. Como explica la doctora M aría José Lavilla, presidenta de la Comisión de Audiología de la SEORL, una exposición a un sonido superior a 85 dB supone un riesgo de pérdida auditiva si se repite en el tiempo. Se admite que una exposición a 80 dB durante más de 8 horas al día, en el entorno laboral, requiere uso de protección auditiva para no ser lesiva. Por encima de 100 dB existe un riesgo de pérdida inmediata. En concreto, si nos exponemos a 100 decibelios de escucha, no deberíamos hacerlo más de un cuarto de hora al día para evitar el daño, y si lo hacemos a 110 dB, no deberíamos hacerlo más de 1 minuto. Por último, el ruido llega al umbral del dolor cuando se sobrepasan los 125 dB y puede ser insoportable a los 140 dB.

En la actualidad la OMS estima que la mitad de las personas de entre 12 y 35 años escuchan dispositivos electrónicos como MP3, teléfonos o móviles a niveles inseguros. Además un estudio publicado en International Journal of Audiology confirma que escuchar con auriculares puede tener consecuencias negativas para la audición de los niños, al observar que los umbrales auditivos en el oído derecho eran más pobres en aquellos que los utilizaban.

También se ven afectados por el ruido aquellos que viven en las grandes ciudades y se ven perjudicadas por los altos niveles de contaminación acústica derivados del tráfico rodado y los transportes.

Como afirma el doctor González Barcala, neumólogo y miembro del Área de Medio Ambiente de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica), el incremento de un decibelio en el nivel de ruido ambiental diurno puede incrementar un 6% la mortalidad por causas respiratorias, siendo especialmente vulnerables las personas de edad avanzada. Seguro.

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