Semana Santa

La nueva corriente

  • En los primeros compases del siglo XXI la evolución patrimonial en los pasos de Cristo ha sido notable.

SI hay un factor responsable de la evolución de la Semana Santa de Granada en las últimas dos décadas es la transformación que han experimentado la mayoría de los pasos de Cristo o de misterio. El salto cualitativo que han dado esta especie de altares itinerantes sobre los que transitan las imágenes por las calles es un detalle innegable. Todo comenzó con el cambio estético que la hermandad de El Nazareno aprobó para su titular. El retorcimiento del barroco y el bombo del canasto a forma de 'pecho de paloma' marcó tendencia en el futuro. Corría el año 1998 cuando el tallista sevillano Julián Sánchez culminó su primera obra para Granada.

A partir de entonces surgieron en otras cofradías decenas de proyectos hasta alcanzar hoy en día un rico abanico de propuestas. Doce meses después de la fecha indicada, el granadino Antonio Moreno Carrasco presentó en las calles el trabajo realizado para el paso de misterio del Señor de la Sentencia. De líneas algo más rectas que el anterior, a las puertas del siglo XXI se convirtió en otro referente de lo que podía llegar a ser el patrimonio artístico en este campo.

Con anterioridad (1991), ya se empezaron a intuir las líneas que iba a tomar el paso del Cristo de San Agustín, con autoría de Manuel Caballero. Era el primer paso en caoba de la Semana Santa de esa nueva etapa que comenzaba a surgir con fuerza. En ese mismo lustro se encuentra el paso de La Lanzada. Cristóbal Cubero dio forma en 1994 al primer 'barco' del barrio del Zaidín.

A partir de ahí se desató la fiebre. La revolución se hizo realidad con los ambiciosos diseños para los pasos de Tres Caídas (Manuel Guzmán Bejarano, 2000), Despojado (Antonio Ibáñez) y Favores (Julián Sánchez) en 2001 o el Huerto (Antonio Martín, 2005).

Tal fue la línea de crecimiento que experimentaron esas y otras cofradías que llegado el año 2009 -cuando se celebró la Passio Granatensis-, la Granada cofrade exhibió ante vecinos y visitantes un gran repertorio. Gran parte de los mismos a falta de culminar la fase de dorado. Proceso que ya han concluido una considerable muestra de todos ellos. Por ejemplo este año, Los Escolapios sacará hoy a las calles el paso del Cristo de la Expiración (Guzmán Bejarano, 2001) totalmente terminado tras 15 años de trabajo. En 2008 empezaron los hermanos Caballero a darle forma al paso del Señor de la Pasión, que ayer estrenó el dorado del canasto frontal y trasero. En este caso, se da una particularidad y es que en un futuro próximo -el cabildo de hermanos de La Estrella lo aprobó en fechas recientes- el respiradero será bordado al estilo de San Agustín o el nazareno de la Amargura. Otra forma distinta de presentar el paso y no al uso con respiraderos de talla.

En el mismo Albaicín, el paso de Jesús del Perdón -titular de la Aurora- cuenta con uno de los más originales. Antonio Ibáñez concluyó en 2004 la creación pensada por Alberto Fernández Barrilao que trazó una gran peana de carrete a modo de pirámide invertida para sostener a las distintas imágenes del misterio. Precisamente Ibáñez es el tallista más prolífico en Granada. Hasta en cinco pasos son suyos, La Borriquilla (2007) y El Trabajo (iniciado en 2011), además de los ya indicados.

En fase inicial se encuentra el del Cristo del Consuelo (Gitanos) del cordobés José Carlos Rubio y el estrenado en ebanistería por El Cautivo el Domingo de Ramos (Francisco Verdugo). En otros casos, se han afrontado remodelaciones como en el del Amor y Entrega o la Buena Muerte.

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