Semana Santa

Las vírgenes del Albaicín brillan en una noche sin Redención

  • La intensa lluvia que cayó durante todo el día obligó a la hermandad de los Salesianos, la primera en salir, a suspender su estación · El resto de cofradías sí salieron

El día comenzó gris. Muy gris. Y desde el mediodía lluvioso con rachas de chubascos fuertes. Pero terminó cediendo y dejando una noche que, aunque muy fría, permitió disfrutar, eso sí, de cuatro de las cinco cofradías que tenían prevista su salida. Porque la peor papeleta le tocó a la cofradía de los Salesianos, que finalmente, pese a retrasar incluso su decisión una hora para ver si mejoraba el tiempo, suspendieron su salida. "Os merecéis una estación de penitencia sosegada pero no con prisas y mirando al cielo", dijo el hermano mayor de la Redención, Ángel Martínez.

Sin duda, una decisión meditada y acertada pues a las 16.30, hora oficial de salida, diluviaba en la ciudad y el cielo estaba totalmente encapotado. Una hora más tarde, el plazo dado por le hermandad para tomar la decisión -no podían esperar más ya que su recorrido, desde el Zaidín, es uno de los más largos y no les daría tiempo a llegar a tribuna a la hora fijada-, seguía lloviendo fuerte. La estación de penitencia se suspendió por segundo año consecutivo a causa de la lluvia y se sustituyó por una vía crucis en el interior de la iglesia. El resto de la tarde, las capillas permanecieron abiertas para ver los pasos, sobre todo la imagen de la Virgen de la Salud con su nueva estética tras su retallado.

Por la mente de todos pasaba el recuerdo del año pasado, cuando se suspendieron todas las del día por la lluvia, al igual que ocurriera en 2004.

La decisión hizo que el Albaicín fuera el único protagonista del día ya que el resto de cofradías salieron desde este barrio. Y que antes de las salidas y suspensiones, los cabildos de oficiales, formados por los miembros de la junta de gobierno y diputado mayor, se reunieran para tomar la decisión oportuna.

A las 18.00 dejaba de llover y comenzaban a moverse las nubes dejando grandes claros. Ese cambio rápido en el tiempo ya normalizó la salida del resto de las hermandades, aunque con retrasos.

La hermandad de la Aurora decidió retrasar media hora su salida y puso su cruz de guía en la calle a las siete de la tarde, con la coordinación del resto de cofradías del día y la Federación de Cofradías. La corporación de San Miguel Bajo tomó su decisión ya con un cielo con grandes claros y nubes que no auguraban más lluvia. También barajando los partes meteorológicos, que indicaban mejoría con el paso de la tarde.

A esa hora iniciaba el cortejo blanco de la Aurora, de los más numerosos de la Semana Santa de Granada, su estación penitencial, con cientos de seguidores que acudieron a ver su discurrir por el barrio del Albaicín, más cuando esta cuaresma se conoció la fecha de la coronación canónica de esta imagen: el 8 de mayo de 2011. La noticia ha hecho que se repitieran, con más fuerza si cabe, las tradiciones en esta corporación como los gritos de "guapa" y las 'petalás' continuas a la imagen. El paso del Cristo del Perdón, de los más originales, volvió a realizar el milagro de pasar por las estrechas calles albaicineras como los grifos de San José.

La cofradía de la Estrella decidió retrasar 15 minutos su salida, que se produjo a las 18.45. Túnica morada para Jesús de la Pasión, con el paso ya terminado en talla, y belleza serena de la Virgen de la Estrella, vestida de forma impecable como es costumbre en esta hermandad.

Y entre todos, recuerdo a la hermandad de la Redención y 'levantás' por sus titulares.

La tercera cofradía en poner sus pasos en la calle fue la de la Concepción. La hermandad salió quince minutos más tarde. Porque, los horarios, tras los retrasos de salidas de Aurora y Estrella, ya quedaron descompuestos con permiso de Federación para que llegaran más tarde a Tribuna.

A las doce de la noche comenzó la madrugá de la Semana Santa de Granada, en la que sólo una hermandad es protagonista, la del Silencio, que salió justo a la medianoche de la iglesia de San Pedro inundando de silencio y nazarenos de túnica negra todas las calles en una noche de temperatura invernal.

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