El Sevilla necesita recortar bastante su cargada nómina de futbolistas y, pese a que Marcelino ha dicho públicamente que quiere ver a Acosta antes de decidir si cuenta con él, éste es uno de los primeros candidatos a dejar hueco en la plantilla, con algunos matices. Su nombre ha salido durante las negociaciones con el AEK de Atenas para la cesión de Cala y la marcha de José Carlos, quien ya está convencido para unirse al nuevo proyecto que está construyendo Manolo Jiménez una vez que rescinda su contrato con el Sevilla. Precisamente este extremo es clave para que Acosta pueda acabar también en el conjunto heleno. El Sevilla está dispuesto a facilitar la marcha del futbolista de Riotinto, quien termina contrato en 2012, y, a punto de cumplir 24 años, ya no entra en los planes de la dirección deportiva. Y una de las contraprestaciones para facilitar la marcha del talentoso zurdo podría ser el acuerdo para la cesión del argentino.

No es tan sencilla la operación. El AEK necesita dinero para afrontar la ficha durante el año de cesión y además Lautaro Acosta es reticente a abandonar España, ya que está próximo a certificar su doble nacionalidad y si abandona el país perdería la antigüedad.

El AEK está cambiando sustancialmente la plantilla, tras las salidas de Scocco y Blanco, dos de sus principales referentes hasta ahora, pero aún necesita hacer caja para poder afrontar la llegada de piezas que se sumen a la nueva plantilla que pondrán en las manos de Jiménez. Uno de ellos puede ser Acosta. Álvaro Torres, representante de confianza del Sevilla, estuvo en Atenas hace unos días para mediar en la negociación por José Carlos y Cala y, aunque no es su representante, también intermedia en muchos de los asuntos de Acosta.

La ecuación es sencilla. Por mucho que Marcelino haya declarado que quiere ver al atacante argentino, el Sevilla necesita dejar hueco para ese delantero que busca, por lo que es candidato número uno a abandonar la disciplina aunque sea bajo la fórmula de una cesión y después de hacer la pretemporada en Costa Rica. Y el AEK está dispuesto a asumirla, entre otras cosas porque Jiménez conoce al futbolista y contó con él antes de que su tobillo, en un partido ante el Stuttgart en octubre de 2008, comenzara a convertirse en su pesadilla particular, de la que ya ha salido el jugador.

Sí están muy avanzadas las salidas camino de Atenas de Cala y José Carlos. El AEK ha perfilado al alza las primeras ofertas que realizó a ambos futbolistas, cuyo representante ha negociado en los últimos días la mejora que requerían ambos para coger las maletas camino de Grecia. Cala, ante la falta de ofertas de Primera División, está dispuesto a ir cedido sin opción de compra, si el AEK cumple con el pago de su nómina más unas primas según objetivos. Y José Carlos, al que se le ofrecieron tres años, firmará una temporada más otra opcional, algo que cuadra mejor en sus intereses. Esta semana podría firmar su rescisión par marcharse libre al AEK.