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Antonio Álvarez, un corto pero intenso cursillo de iniciación

  • El ya ex técnico del Sevilla queda desvinculado del club después de haber tenido que renunciar a 15 años de antigüedad · El marchenero se despide hoy de la afición en una rueda de prensa

La historia de Antonio Álvarez en el Sevilla en su función de entrenador de la primera plantilla ha tenido una variedad de matices que forman un conjunto bastante complejo que ha dado para muchas opiniones. Desde luego que, instalado el gusto por el debate como deporte extendisímo en los últimos años en la afición nervionense, la presencia del marchenero en el banquillo durante estos 6 meses menos dos días ha repartido mucho juego.

Ha sido un principiante pese a su edad en esto de ser un primer espada en el manejo de los vestuarios que no ha podido tener un cursillo más acelerado, más corto y más intenso. Diez partidos de Liga la temporada pasada, cinco en ésta. Quince en total. Por medio,una final de la Copa del Rey -vaya por delante que ganada-; una Supercopa de España ante el Barça, ilusionante en su inicio y calamitosa en su final; y una eliminatoria de repesca de Champions que terminó de cavar la fosa cuya primera palada se dio en el Camp Nou. Desde aquello ya sólo quedada el empujón al agujero. 21 partidos oficiales, sólo 21, pero intensos y que le habrán enseñado mucho en esto de estar en primera línea de fuego.

Aunque la decisión de su destitución fue tomada sobre las diez de la noche en el mismo estadio Rico Pérez no fue comunicada por Monchi y el presidente al interesado hasta una hora después aproximadamente o más. Ni en el estadio, donde todavía había mucha gente externa alrededor del equipo, ni en el autobús durante el trayecto hacia el aeropuerto de Alicante, ni en la misma espera para embarcar... La destitución fue comunicada en pleno vuelo en un aparte que hicieron entre las reducidas dimensiones del aparato. Y ha sido una marcha tomada con naturalidad. La relación entre las partes sigue siendo cordial y Antonio Álvarez siempre ha tenido claro que esto funciona así, que por la figura que representa, la del entrenador es un mero esclavo de los resultados. Que la dirección del equipo necesita un golpe de timón es el argumento más sólido y más eufemístico que Monchi y Del Nido encuentran.

A partir de entonces Antonio Álvarez piensa ya en descansar y en reflexionar. Su aprendizaje ha sido intenso y ahora se le abren nuevos horizontes fuera del Sevilla, algo a lo que no está acostumbrado, tras quince años como futbolista y otros tantos como técnico. Entró a trabajar en el cuerpo técnico en octubre del 95, cuando el portugués Toni fue destituido y reemplazado por Juan Carlos Álvarez. Desde entonces, casi tres lustros con contrato en labores de técnico, una antigüedad a la que tuvo que renunciar cuando firmó su contrato como entrenador a finales del mes de marzo. Se pactó así, como que no seguiría en el club al finalizar, porque disfrutaba desde entonces de un contrato de alto ejecutivo.

Antes había renunciado a entrenar fuera de Sevilla. Tuvo varios ofrecimientos que no atendió ilusionado con la posibilidad de dirigir algún día al equipo de su alma. Le dolió no ser el elegido cuando Juande Ramos se marchó por su cercanía con el equipo, pero finalmente le llegó la ocasión, una oportunidad que ya casi ni esperaba después de haber sido segundo de Juan Carlos, de Marcos Alonso, de Caparrós, de Juande, de Jiménez... "Cuando hice el curso fui el único que me saqué el título de segundo entrenador", bromeaba.

Ese talante distendido cercano a los futbolistas era su gran baza frente al discurso agotado y exprimido de su antecesor, pero en cuestiones futbolísticas alternó buenas sensaciones -intento de buscar el buen trato al balón- con otras muy malas -su caballo de batalla fue el sistema defensivo-. Meter al equipo en la Champions con aquel gol de Rodri en Almería fue lo que lanzó al grupo a llegar muy fuerte a la final de la Copa del Rey. Un título en menos de dos meses de carrera de entrenador. Lo peor vino después. Tras su primera pretemporada, agosto dinamitó sus ilusiones. Álvarez ya es historia. Hoy se despide en una rueda de prensa.

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