Salió el Sevilla de carácter para sofocar el fuego en una hoguera peligrosa por cercana, la malagueña. Ganó y parecía casi inevitable que lo hiciera: si un equipo tan limitado en el plano táctico como este Málaga juega tan desequilibrado, con Apoño echando de menos a compañeros para el sostén y el apoyo en la salida, lo normal era que el Sevilla acabara imponiéndose. Zokora, Cigarini y Guarente, con la ayuda de Alfaro desde la banda y de Negredo desde arriba poblaron la medular en mayor medida que los locales. Llegó el control, con él las ocasiones y con ellas, la remontada.

Defensa

El único agujero de la contención roja se abrió de salida en el costado de Dabo. Por allí se animó Eliseu, potente y con un golpeo tenso y malintencionado, ante Dabo. A Alfaro le cuesta más que a Jesús Navas trabajar por delante del lateral, y el Málaga lo vio. En la segunda parte, el lateral francés estuvo más agresivo y evitó que Eliseu recibiera y encarara. Tampoco es que el Málaga, que definitivamente disipaba cualquier atisbo de fútbol elaborado, sirviera balones en ventaja a su extremo izquierdo. Ni a él, ni a Rondón, al que buscaron en pelotazos largos siempre neutralizados, en saltos limpios, por Cáceres y Escudé.

El 1-0 llegó en un descuido de Dabo en el marcaje a Kris al saque de un córner desde la izquierda. Palop hizo bastante con repeler el primer remate; en el segundo, Rondón se anticipó a Zokora.

Ataque

Tampoco es que Cigarini y Guarente dieran un curso de mando, de toque y oficio por delante de Zokora, quien ayer sí barrió con eficacia por delante de la zaga. Los medios italianos se limitaron a estar donde debían y a aprovechar los espacios para crear situaciones de superioridad y asegurar más la posesión. Y con ella, el control.

Los tres hombres más adelantados también aprovecharon los espacios que concedía el Málaga por delante de su defensa: Negredo bajó unos metros y ganó muchos balones. Y Alfaro, como falso extremo, se metió por dentro e hizo daño en el área.

Virtudes

Carácter para sobreponerse al gol y aprovechar su superioridad táctica en el medio. Alfaro aportará.

Talón de aquiles

Debió decantar el pulso antes.