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Escudé, una baja de peso

  • El central necesitará entre tres y cuatro semanas para recuperarse de una rotura en el bíceps femoral y peligra su concurso en la vuelta copera en San Mamés · La resonancia confirmó lo peor desde Francia

La enfermería del Sevilla vuelve a ser centro de preocupación en el cuerpo técnico. Cuando parecía que el panorama de meses atrás se iba aclarando, con el esperado regreso de jugadores como Lautaro Acosta o Fazio, ayer se confirmó una mala noticia que ya tenía visos inquietantes el lunes, cuando Raymond Domenech desconvocó a Escudé de la cita de Francia con Argentina. El primer diagnóstico apuntaba a una pequeña rotura fibrilar en el muslo y ayer el resultado de la resonancia magnética realizada en Francia al central sevillista sufre una pequeña rotura en el bíceps femoral. El periodo estimado de baja oscila entre tres y cuatro semanas y de su evolución dependerá que pueda llegar, muy justo, a la semifinal copera de San Mamés.

Tras la primera exploración realizada en Francia, adonde llegó Escudé junto a Squillaci para el amistoso de mañana en Marsella, se le diagnosticó una microrrotura en el bíceps con sospecha de afectación miotendinosa. El temor se confirmó al día siguiente, es decir, ayer, cuando se pudo saber el resultado de una resonancia magnética realizada por prescripción del doctor Alain Simon. El diagnóstico de éste fue la aseveración de lo avanzado por la prueba, con lo que en el Sevilla ya saben que no podrán contar con Escudé, uno de los pilares indiscutibles del equipo, en los próximos tres partidos ligueros. Para Montjuïc estaba sancionado por acumulación de amonestaciones y también se perderá el del Sánchez-Pizjuán contra el Atlético y el de San Mamés frente al Athletic, días antes de que se juegue la vuelta de la semifinal de la Copa del Rey en el mismo escenario. Precisamente este partido está en el límite del tiempo estimado para su recuperación.

En el peor de los casos, es decir, si necesitara cuatro semanas para recuperarse plenamente, se perdería el crucial encuentro que da un billete para la final de la Copa del Rey, cuya fecha es el 4 de marzo, aunque podría retrasarse al 5 por intereses televisivos. Y en la visión más optimista, Escudé tendría que forzar para reaparecer justo en San Mamés y ayudar a su equipo a la clasificación.

El central internacional galo se lesionó en el derbi, en la jugada del 0-2 (minuto 83), cuando arrancó con fuerza por el centro para caer al tropezar con un jugador bético después de que se le fuera largo el balón. El jugador sevillista continuó en el campo, puesto que su equipo tenía un jugador menos y ya estaban los tres cambios hechos, y en Francia comprobó el alcance de su lesión.

Su baja es motivo de inquietud en el cuerpo técnico puesto que, desde que reapareciera ante el Barcelona, después de un largo proceso de recuperación de sus problemas de pubis, venía jugando prácticamente todos los partidos, y, desde luego, estaba siendo indiscutible en los encuentros más decisivos. El último partido que descansó fue el de Liga en La Coruña, donde fue sustituido por David Prieto.

La inquietud con Escudé es extensible a la que hay con Luis Fabiano. El delantero continúa en Sao Paulo, en la clínica Reffis de su club de origen. Tras la última conversación con los doctores del Sevilla, éstos han hecho público que sigue teniendo molestias en la rodilla izquierda, en la que sufrió un esguince en la vuelta de los cuartos de final de la Copa frente al Valencia. Está pendiente de una resonancia y de su evolución dependerá si está disponible para la esperada cita de Bilbao a principios de marzo.

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